Una escuela charter en Chicago está causando controversia por cobrarles multas a sus estudiantes para disciplinarlos. ¿Que qué? Pues sí, así mismo es. Aunque la mayoría de las multas son de $5 –por infracciones como masticar chicle, no llevar cinturón puesto o llegar a clase más de tres minutos tarde– pueden llegar a ser mucho más. Un joven que ha sido castigado (mandado a detention) más de 12 veces, por ejemplo, tiene que ir a una clase de modificación de conducta, la cual cuesta $140.
Los padres, quienes en su mayoría son minorías, se están quejando que las multas son demasiado altas y discriminatorias.
La escuela se ha defendido diciendo que lo que cobran no son multas, pero el costo que implica tener que disciplinar a estos muchachos, refiriéndose al personal adicional que tienen que emplear. No sé si sea por su manera tan estricta de disciplinar a sus estudiantes, pero Noble Street es la única escuela charter que produjo puntuaciones más altas que el promedio de las otras escuelas en Chicago el año pasado. Tan es así que el alcalde de esa ciudad la ha elogiado en varias ocasiones.
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Es imposible negar que hay un gran problema de falta de disciplina en muchas de nuestras escuelas, pero no estoy tan segura que ésta sea la mejor manera de cambiar las cosas. Especialmente porque muchos padres han tenido que sacar a sus hijos de esa escuela porque simplemente no les alcanza el dinero para pagar las multas. Estos padres alegan que están de acuerdo en que sus hijos sean disciplinados, pero que se les castiga por cualquier bobada, ¡hasta por cargar con papitas picantes!
¿Tú qué crees? ¿Será que esta escuela se ha pasado de la raya con su modo de disciplinar a sus estudiantes?
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