Hay una pediatra llamada Meg Meeker que escribió un libro que se llama Los 10 hábitos de las mamás felices. Una amiga me lo recomendó, y me lo leí completo en dos días. Los consejos entran en la lista de cosas importantes que ya sabía o intuía, pero se me habían olvidado.
Aún no ha salido una edición en español, por lo que en MamásLatinas decidimos hacerte un resumen que esperamos te sirva para vivir más plenamente y disfrutar de tu familia.
1 -Entiende tu valor como madre: Es difícil sentirse una buena madre. No importa cuántas cosas hagas bien, uno tiende a colgarse en lo negativo. La sociedad tampoco ayuda. Hay críticas para las madres que trabajan, pero también para las que se quedan en casa. Si tus hijos están saludables, te miran con amor (se le iluminan los ojos cuando te ven), y buscan tu mano y tus abrazos, ten la certeza de que eres una gran madre. Trata de verte como te ven ellos, como una gran mujer indispensable en sus vidas.
2- Conserva tus amistades: ¿Cuántas veces has podido tener una buena charla con tu mejor amiga desde que nacieron tus hijos? En la locura del día a día queda poco tiempo para los amigos, pero estos son indispensables para la felicidad. Esfuérzate para mantener cerca a la gente que te mejora la vida.
3-Cuida tu vida espiritual: Seguir conectada a tus creencias y tomarte el tiempo para reflexionar sobre ellas te ayuda a encontrar paz interior. También te hará sentir que tus hijos tienen alguna protección más allá de la que tú le puedes dar.
4- Evita competir: Aunque te cueste admitirlo, todas las madres competimos de alguna forma con otras mamás, pero esto sólo nos trae infelicidad, celos y un estado de constante inseguridad. Uno sólo ve lo que los otros quieren mostrar. Acuérdate: ¡Tú eres la mejor madre que tu hijo puede tener!
__5- Crea una relación saludable con el diner__o: Todos sabemos que el dinero no es la clave de la felicidad, y que comprar a los niños todo lo que quieren no es bueno para ellos. Sin embargo, es tan difícil decirles que no. Dar es parte del instinto maternal, pero no te olvides de que lo que ellos de verdad van a recordar es tu amor, no si les compraste el juguete de moda.
6 -Busca tiempo para estar sola: Es esencial para estar saludable física y mentalmente pasar ratos con nosotras mismas, para recargar las energías y encontrar nuestro centro interno. No lo veas como egoísmo, sino como una inversión en la persona más importante para la felicidad de tu familia: tú.
7 -Da y recibe amor de forma saludable: ¿Cómo quedó la relación con tu pareja después de que nació tu primer hijo?¿Cómo está tu nivel de tolerancia? Si pasamos el día criticando a nuestra pareja y a nuestros hijos creamos barreras en la familia y dañamos nuestras relaciones. Serás más feliz si aprendes a dejar pasar muchas de esas cositas que te molestan, pero no son realmente importantes. Tus seres queridos se sentirán más relajados y valorados, y estarán dispuestos a tenerte más paciencia a ti también.
8 -Simplifica tu vida: Hay que entender que uno no puede controlar todo, ni siempre hacerlo todo bien. Tampoco hay que tratar de estar en todas partes, tener de todo y ofrecerles lo máximo a tus hijos. Busca lo esencial, las cosas que realmente tienen valor en tu escala de valores. Aprende a establecer prioridades.
9 -Deja el miedo de lado: Nadie dijo que es fácil. Obvio que todos sabemos los peligros que acechan a nuestros hijos, pero no sirve de nada preocuparse más de lo necesario por cosas que no podemos controlar, o que ya pasaron. La vida es muy corta para perderla entre temores.
10 – Vivir con esperanza es una decisión. ¡Atrévete!: La vida no puede sustententarse sin esperanza. La ilusión requiere que tengamos fe en dos cosas: en el futuro y en la posibilidad de que ese futuro traerá cosas buenas. Una actitud optimista hace la vida mucho más fácil y enseña a nuestros hijos a tener confianza, en sí mismos y en los que los rodean.
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