De todos es sabido que El Gordo y La Flaca está lejos de ser lo que algún día fue, pero no por Raúl de Molina, ni por Lili Estefan, sino por lo que sucede detrás de cámaras y que ha provocado que los presentadores no puedan ocultar su molestia o inconformidad, en especial Rauli, cuyas diferencias con la producción son cada vez más reiteradas y evidentes.
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Para vivo ejemplo de lo anterior está la reacción que tuvo en la emisión del lunes 27 de enero, donde no pudo disimular su molestia ante el giro que le están dando al show, pues considera que las decisiones adoptadas por los ejecutivos no han hecho más que alejar a la audiencia, pues considera que han convertido al programa en su simple show de espectáculos dejando de lado su esencia, en donde Lili y Rauli eran los verdaderos protagonistas.
La nueva molestia del presentador cubano se produjo cuando el fin de semana algunos seguidores del show le dijeron que extrañaban la esencia de lo que alguna vez fue El Gordo y La Flaca, pues amaban verlo por las ocurrencias de sus presentadores y no por las noticias que daban, algo que, lamentablemente, cada vez es menos común y la audiencia ya le comenzó a pasar factura al show que lleva ya 27 años al aire, pero que está muy lejos de los ratings que tuvo en sus mejores años.
Le molesta que lo apresuren cada que habla.
Raúl de Molina volvió a dar la nota, la tarde del lunes, luego de que al aire, y frente a las cámaras, externara su malestar con el trato que recibe por parte de la producción cada que quiere realizar un aporte o algún comentario sobre determinado tema en específico.
“A mí me están apurando aquí. Ayer yo estaba en una fiesta que había cerca de 80 personas, 3 de las personas que estaban allí, incluyendo una doctora, me decía: ‘Oye, por qué a ti te apuran tanto. A mí lo único que me gusta es cuando tú haces los comentarios y hablas de todas estas cosas’. Haz tus comentarios y di tus cosas, a mí me da igual las 20 historias que tienen en el show’”, contó el esposo de Millie de Molina tras lo vivido en una reunión dominical y que refleja a la perfecció su día a día en el show.
No es el único inconforme.
Si bien es cierto Rauli es el que abiertamente ha externado su inconformidad con el rumbo que ha adoptado el show en los últimos tiempos, durante su intervención detalló que no es el único miembro del equipo que no está para nada contento, pues, asegura, que el jefe de piso tampoco lo está.
“Aquí dice lo mismo Julio Toraño, que es el jefe del piso y lleva más de 30 años aquí en Univision, pero bueno si los productores quieren hacer esto”, se oyó a Rauli un tanto resignado.
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Explotó por una noticia que presentaron al aire.
Si hay algo que le molesta al papá de Mía es que El Gordo y La Flaca se haya convertido en un programa más de entretenimiento y así lo hizo saber cuando tocó el turno de presentar la nota sobre la demanda que un exempleado interpuso contra Maluma tras ser despedido de forma injustificada.
“¿A quién le importa que estén demandando a Maluma que lo demandan todos los días por algo? De verdad, díganme si esto le interesa a alguien. Todos los días demandan a un artista. Perdóname Tanya, pero todos los días demandan a algún artista por algo. ¿Tú crees que la gente dice: ‘Vamos a ver a quién están demandando’?”, compartió el presentador ante el reporte hecho por Tanya Charry.
Defendió a la reportera tras sus señalamientos.
Aunque ella fue la encargada de llevar el reporte hasta el estudio, Raúl de Molina aseguró que Tanya Charry es la menos culpable de las notas que salen al aire, pues ella solo cumple con su trabajo y con las asignaciones que le dan de arriba.
“A ti te mandan a hacer esto”, le dijo Raúl de Molina en forma de defensa y dejando en claro que el problema no era con ella.
Ha bromeado hasta con su posible despido.
Contrario a Lili, quien busca mantenerse lo más ecuánime posible, Raúl de Molina simplemente no puede y así lo ha compartido en repetidas ocasiones, incluso un día bromeó sobre que en cualquier momento los despedían. Hay que recordar que en los últimos años se ha rumoreado hasta el cansancio sobre el inminente final de El Gordo y La Flaca y a finales del 2024 no fue la excepción. En aquel entonces se llegó a decir que hasta un bufé de abogados estaba en las oficinas de Univision negociando la salida de Rauli.
“Todavía no nos han botado, a Clarissa y a mí, pero en cualquier momento”, dijo el presentador con ese sentido del humor ácido que tanto lo caracteriza.
