El participante de La casa de los famosos de Telemundo, Paulo Quevedo, sorprendió a todos con las fuertes confesiones que hizo en la conversación que tuvo con Rodner Figueroa en ‘Cara a Cara con Rodner’, su pódcast.
Durante su encuentro, el ex de Cristina Porta se sinceró sobre los años que vivió en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se tuvo que enfrentar a todo tipo de situaciones adversas, incluso llegó a pasar droga de México a Estados Unidos.
Paulo detalló que creció en una familia con muchos principios, sin embargo, el ambiente de sus años de juventud lo orilló a caer en la tentación e ir en búsqueda del dinero fácil. Para conseguirlo cometió algunos delitos, como él mismo confesó en una de sus entrevistas más íntimas y sinceras.
Aseguró que en su familia fueron muy estrictos con él.
En un fragmento de la conversación, el actor compartió el ultimátum que le puso uno de sus hermanos, luego de que Paulo comenzara a juntarse con gente que no era buena compañía y se empezara a deslumbrar con la vida de lujos que ellos llevaban y que él no podía tener.
“Mi hermano el mayor me dice: ‘Yo nada más te voy a decir una cosa. Tú te metes en negocios turbios, tú te metes en drogas, tú le das dolores de cabeza a mi madre y yo te voy a cortar la cabeza’. Eran las pautas que me ponían mis hermanos, si yo me metía a todo esto”, se sinceró Paulo en su charla que duró más de 90 minutos.
A los 17 años cayó en la tentación.
A pesar de las advertencias de su hermano mayor, Paulo Quevedo confesó que a los 17 años comenzó a involucrarse aún más con gente que no le convenía y empezó a distribuir mercancía para sentir lo que vivía la gente cercana a él.
“Me ganaba la tentación. Me ganó la tentación porque un día conozco unas personas, de ahí de ese mundo, y pues me regalaban mercancía, bien poquito, y me decían: ‘Empújala’. Así es como empezó todo”, se sinceró Paulo, quien comenzó con poco y con el tiempo fue aceptando tareas con mucho mayor grado de complejidad y peligro.
Trasladó mercancía en dos ocasiones de México a Estados Unidos.
La tentación por el dinero y el poder era tal que Paulo dejó de medir riesgos y aceptó misiones con altísimo grado de adrenalina como pasar droga de México a Estados Unidos. Algo peligroso que llevó a cabo en al menos dos oportunidades.
“Era como una aventura, una travesura, adrenalina pura. Hoy en día si yo pienso así, se me cruza primero: la cárcel, años; mis padres, todo; mi hijo, pero en ese momento no tienes ese panorama, lo único que tienes es la travesura que estás haciendo y a ver si te puedes salir con la tuya”, detalló el también cantante.
Recibió una fuerte suma de dinero por uno de los cruces que realizó.
Paulo Quevedo reveló que por uno de sus cruces recibió la cantidad de $12,000 dólares, una cifra que para él era demasiado, pero fue también ahí cuando descubrió que el dinero no era tan fácil como lo imaginó porque si algo salía mal, no solo se ponía él en peligro, sino también a su familia.
“No se llevó a cabo un intercambio y fácilmente quién estuvo ahí pudo haber divulgado las razones por lo cual no se llevó a cabo ese intercambio. Entonces venían los ultimátum y te decían: ‘Si esto sale a la luz o se dan cuenta. Usted no quiere saber las consecuencias, lo voy a dejar sin manos’. Te siembran el miedo”, compartió Paulo.
Explica cuándo decidió salirse del negocio.
El hoy actor y cantante detalló que decidió salirse del mundo de los intercambios cuando en una ocasión presenció de primera mano una balacera en el interior de un restaurante. Ahí que se dio cuenta que eso no era lo que quería para él y para su futuro, pues desde entonces él ya tenía en mente ser alguien en el mundo del entretenimiento.
“En ese momento todos salen corriendo, salgo corriendo yo también y ahí es donde me empieza a caer el veinte, en qué estoy metido y necesitaba salir. Yo era bajo perfil porque nunca quité el dedo del renglón de querer estar en el medio artístico”, detalló sobre su carrera en el mundo del intercambio de drogas. Estas confesiones han tomado a todos por sorpresa ya que airean una parte de la vida del intérprete que todos desconocían.
