En Puerto Rico el nombre de Madison Anderson era sinónimo de éxito, entrega y dedicación, pero para el resto del continente su nombre no decía mucho, siendo hasta su entrada a La casa de los famosos 3 que comenzó a dar mucho de qué hablar y a marcarse en la memoria de los seguidores del reality show de Telemundo, quienes terminaron coronándola como la gran ganadora por encima de otras celebridades con mayor currículum o trayectoria. Con su victoria emuló las hazañas conseguidas por Alicia Machado e Ivonne Montero, en la primera y segunda temporada, respectivamente.
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Madison Sara Anderson Berríos, como es su nombre completo, fue coronada Miss Universo Puerto Rico en 2019, sin embargo, su vida no siempre fue sencilla, al, incluso, haber sido víctima de bullying en su infancia por su forma de ser y hablar. También vivió una experiencia traumática que la marcó de por vida y para la que no estaba preparada y sigue sin estarlo.
En la actualidad sostiene una relación sentimental con Conn Davis, un estadounidense con el que comparte muchas cosas, pero que nunca aprobó que se sumara al polémico programa de Telemundo, a tal grado de que, aunque viajó a México para reencontrarse con ella, no la recibió a su salida de la casa, sino que vio su victoria en un coche y con la ayuda de un teléfono. ¿Quieres saber más de su historia de amor y de la inspiradora historia de vida de Madison Anderson? Sigue leyendo.
Nació en Arizona, pero ella se considera boricua.
Durante sus primeros días en la casa, Osmel Sousa solía referirse a ella como ‘gringa’, lo que le causó cierto malestar y así se lo hizo saber en una conversación que tuvieron. Le pidió que no la llamara de esa manera, pues ella se considera un ‘gringa boricua’ y no solo una ‘gringa’.
Madison nació en Phoenix, Arizona, el 10 de noviembre de 1995, pero a los 3 meses de nacida ya vivía en Orlando, Florida. Es hija del estadounidense Adam Anderson y de la puertorriqueña Belinda Berríos, por lo que cuenta con raíces boricuas y más que arraigadas.
Mudanza a Puerto Rico vino acompañada de bullying por el color de su pelo.
Con el fin de que conociera sus raíces, Doña Norma González, su abuela materna y a quien considera un ángel, se la llevó desde muy pequeña a Puerto Rico, sin imaginar lo difícil que le resultaría adaptarse, pues fue víctima de bullying por su físico y por su forma de hablar.
Aunque hoy en día luce una hermosa cabellera rubia, Madison es en realidad pelirroja y tiene varias pecas, lo que la puso en la mira del resto de sus compañeros de clase. La veían como si fuera alguien diferente y no una niña más. “Me afectó mucho hasta un punto en que yo no quería regresar a la escuela”, admitió en una sincera confesión, a la vez de recordar que se la pasaba encerrada en el baño por los ataques de los que era víctima.
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Sufrió la muerte de un primo muy querido.
Cuando Madison estaba en la middle school sufrió un suceso que la marcó de por vida y fue la muerte de Lorenzo, un primo muy cercano, quien fue asesinado a los 8 años en la calles de Puerto Rico. Su crimen fue tan sonado que no se dejaba de hablar de él en la isla.
“La manera en que él se murió fue horrible. Recuerdo escuchar todo el dolor de mi familia. Mi tío, que perdió a su hijo, mi abuela, mi mamá. Escuchaba gritos por la mañana, no sabiendo lo que pasó, fue horrible y después me enteré que fue mi primo. Es algo que todavía no puedo superar”, se sinceró la boricua entre lágrimas.
Sus papás se divorciaron cuando ella estaba en el high school.
Además de todo lo que sufrió durante su infancia, sus años de adolescencia tampoco fueron sencillos. Cuando cursaba sus estudios de high school sus padres se divorciaron tras una infidelidad de él.
Aunque en un inicio esa crisis familiar la marcó, con el pasar del tiempo encontró la fortaleza que tanta falta le hizo en su niñez. Logró salir adelante y convertirse en la mujer que hoy en día es. Sus papás rehicieron sus vidas y ella, lejos de oponerse, supo aceptar la decisión de ambos y a sus nuevas parejas.
Fue víctima de una relación tóxica a los 17 años.
Cuando aún no era mayor de edad se involucró en una relación tóxica, en la que fue víctima de violencia física y mental, aunque en un inicio no se percató del daño que le estaba haciendo estar a lado ese hombre.
Hoy, y tras la experiencia vivida, la joven boricua da soporte a aquellas mujeres que han pasado por una situación similar y que sienten que no tienen una voz para ser escuchadas.
Inició su carrera en el modelaje tras ser invitada a un casting.
Su carrera en el modelaje no comenzó porque a ella le interesara triunfar en las pasarelas o aparecer en las revistas de moda, sino que fue una amiga la que la convenció de que participara en un casting, pues estaba convencida de todo el potencial con el que contaba y que la propia Madison había minimizado o ignoraba.
“No sabía caminar. No tenía nada de experiencia. Me pusieron a caminar. Al final de ese casting, el muchacho me preguntó: ‘¿Cuál es tu nombre’ y me dijo: ‘Tú no vas a entrar en el mundo del modelaje. Yo te voy a los certámenes”, siendo así como comenzó su trayectoria, sin saber cómo comportarse en la pasarela y con ropa prestada de su mamá.
Firmó con una agencia muy importante en Nueva York.
Al estar consciente de que ya había alcanzado su punto máximo en Florida, Madison se trasladó a Nueva York para perseguir sus sueños de entrar a las ligas mayores del modelaje. Durante sus primeros meses vivió en una de las zonas más peligrosas de la ciudad, tenía tres trabajos, pero eso a ella no le importaba. Quería ser vista, sin importar las carencias por las que tuviera que pasar.
Tras un tiempo de sufrimiento fue firmada por una agencia de modelaje muy importante de la Gran Manzana y después de un tiempo volvió a Miami, donde se anotó su primer gran logro en la industria. Fue primera finalista en Miss Florida.
Aprendió a hablar español para participar en Miss Puerto Rico.
Pese a ser hija de puertorriqueña y haber pasado parte de su infancia en la Isla del Encanto, la bella modelo no hablaba ni una sola palabra de español, pero tenía la firme intención de representar a Puerto Rico en Miss Universo, por lo que se metió a clases intensivas del idioma para aprender a hablarlo en tiempo récord y así lograr su objetivo.
Aunque fue elegida para participar en el certamen como representante de Toa Baja, Madison vivió una experiencia desagradable después de que fuera abucheada porque no había entendido la pregunta que le hicieron y que era la que definiría a la ganadora. Lejos de venirse abajo, tomó fuerzas y salió triunfante de ese tropiezo. “Yo dije: ‘Este es mi momento para demostrar que ser latina, ser boricua, es mucho más que hablar español'. Gané Miss Universo Puerto Rico con mi acento y con mi español”, reconoció.
Fue primera finalista en Miss Universo 2019.
Tras la tremenda sorpresa que dio en Miss Puerto Rico, Madison se preparó para representar a la isla en Miss Universo y lo hizo de gran forma, al haberse colocado como primera finalista. El cetro de aquel certamen fue para la sudafricana Zozibini Tunzi, mientras que la mexicana Sofía Aragón fue la segunda finalista.
También es cantante.
Además de triunfar como modelo, Madison, quien actualmente vive en Puerto Rico, también incursionó en la escena musical. Hasta el momento solo ha subido dos temas a sus canal de YouTube: ‘Show me how’ y ‘For the night’, los cuales en conjunto la han llevado a acumular casi 200,000 reproducciones.
Está felizmente enamorada de su novio.
A pesar de que su novio no la apoyó durante su estancia en La casa de los famosos, la boricua está profundamente enamorada de Conn Davis, quien optó por mantenerse alejado de los reflectores y apoyarla a la distancia, lo cual no fue bien visto por algunos e, incluso, se llegó a rumorear que su relación estaba en crisis, pero está tan fuerte como desde el primer día. ¡Muchas felicidades, Madison, por haber logrado superarte a pesar de todo!