Ingrid Martz ha sorprendido al revelar la situación personal que enfrenta desde hace casi tres años: aunque está separada de Rodrigo Luque, aún vive con él bajo el mismo techo.
Lo que inició como una decisión para proteger la estabilidad de su hija, Martina, se convirtió en una convivencia cada vez más difícil, marcada por silencios, desgaste emocional y un proceso legal que parece no avanzar.
La propia actriz decidió romper el silencio y contar cómo llegó a este punto y por qué la situación se volvió insostenible.
Ingrid Martz revela la compleja realidad que enfrenta en casa
La situación, que comenzó como un acuerdo temporal por el bienestar de su hija, Martina, se ha convertido en una convivencia cada vez más complicada.
En un video publicado en redes sociales, la actriz explicó que la separación emocional ocurrió hace más de dos años, aunque ambos continúan viviendo en la misma casa. Con voz entrecortada, aseguró que la dinámica dejó de ser sostenible y que finalmente decidió hacer pública la situación.
Ingrid explicó que su decisión de seguir viviendo en la misma casa estuvo motivada por su deseo de no dividir el tiempo con su hija. Según relató, no podía imaginarse pasar días sin ella, lo que la llevó a extender la convivencia más allá de lo emocionalmente saludable.
"A pesar de que vivimos en la misma casa, hace más de dos años dejamos de ser pareja", relató la actriz, destacando que su prioridad siempre ha sido preservar la estabilidad emocional de Martina, de 6 años.
El momento en que decidió contar su historia
La actriz relató que fue durante la boda de su amigo Javi Derma cuando decidió expresar su verdad. En entrevista con TVyNovelas, explicó que recientemente participó en un retiro emocional que le permitió reflexionar sobre todo lo que había guardado por años.
El video que compartió, grabado momentos antes de entrar a terapia, fue el resultado de esa introspección. Ingrid afirmó que el silencio había comenzado a afectarla física y emocionalmente, y que hablarlo públicamente se convirtió en un acto de liberación personal.
La actriz también compartió detalles sobre las dificultades en el trámite de divorcio. Firmó la demanda en noviembre de 2024 y, desde entonces, ha enfrentado diversos retrasos. Entre ellos, dijo haber sido engañada por una abogada y sufrir los efectos de cierres en los juzgados por paros y vacaciones judiciales.
Ingrid describió este proceso como "interminable", situación que la ha mantenido en un "limbo" legal que complica aún más la convivencia con su exesposo.
Una convivencia que se volvió insostenible
La actriz reconoce que, aunque por un tiempo intentaron mantener un ambiente funcional por su hija, la convivencia se volvió difícil con el paso de los meses. La falta de armonía llevó a ambos a admitir que ya no se trataba de un entorno sano.
"Seguimos viviendo en la misma casa, lo que resulta muy difícil. La convivencia es complicada, ya no es un ambiente sano y civilizado", dijo. Compartió que ha recurrido a diferentes herramientas para sobrellevar su situación. Ha asistido a terapia, participado en constelaciones familiares y llevado a cabo diversos procesos de introspección. Además, reconoce que su círculo de amigas y su familia han sido fundamentales para mantenerse firme.
También destacó la importancia de su espiritualidad, explicando que cada día pide fuerza para atravesar esta etapa.
Aunque temía exponer su situación, Ingrid aseguró que decidió hacerlo por su bienestar y el de su hija. Explicó que durante años tuvo miedo de aceptar públicamente su separación, pero finalmente encontró paz al hacerlo.
La actriz reflexiona que, aunque muchas personas continúan viviendo con sus exparejas por diferentes motivos, ella se vio impulsada por razones emocionales y familiares, no económicas.
