
Después de semanas de silencio y muchas preguntas, Antonio Espaillat, dueño del icónico local Jet Set, finalmente dio su versión sobre la tragedia que sacudió a República Dominicana y que dejó al menos 232 personas fallecidas, incluyendo al querido cantante Rubby Pérez. El empresario habló en una entrevista para el programa El Día que se transmite por Telemundo.
Antonio Espaillat, una figura conocida en el mundo de los medios del país, contó que se enteró del desastre mientras estaba de viaje por negocios en Las Vegas. Fue su hermana Maribel, quien estaba en el lugar de los hechos, la que lo llamó desesperada desde debajo de los escombros.
“Me llamó y me dijo que había habido una explosión, que el techo se vino abajo. En ese momento solo pensé en volver. Le dije: no te preocupes, voy para Dominicana”, relató con tristeza. Sus impactantes declaraciones nos dan una idea más precisa de exactamente que sabía el dueño antes de la tragedia.
¿Se pudo evitar?
Cuando a Antonio le preguntaron si la tragedia pudo haberse evitado, fue honesto: “No puedo decir eso con certeza. Si hubiera sabido algo, claro que lo habría evitado. Ahí estaba mi hermana, mi mamá siempre iba, yo también. Nunca hubo señales, fue una sorpresa total”, dijo a la periodista Edith Febles.
“Aparte de un tema de responsabilidad, jamás lo hubiera permitido. Pero no hubo nada, ningún aviso; todos fuimos tomados por sorpresa”, respondió Antonio Espaillat.
¿Ya había denuncias previas?
Respecto a las denuncias previas de algunos artistas, quienes aseguraban que del techo caían objetos, Espaillat reconoció que sí había pasado, pero lo atribuyó a trabajos de mantenimiento. Explicó que los plafones de yeso se cambiaban constantemente debido al polvo y la humedad provocados por los aires acondicionados.
“Siempre comprábamos plafones nuevos, incluso los cambiábamos el mismo día si era necesario”, contó. También admitió que desde que abrieron en los años 80, el local tuvo problemas de filtraciones.
Asimismo, admitió que, desde la apertura de la discoteca hace más de tres décadas, habían experimentado problemas de filtración. “Siempre hubo filtraciones en el edificio, incluso cuando lo adquirimos a finales de los años 80”, expresó el empresario.
Habló de la investigación y del dolor.
Respecto a las investigaciones, Espaillat fue claro: Quiere saber qué ocurrió tanto como cualquiera. “Desde ese día no he tenido paz. Me duele profundamente. El Jet Set era parte de nuestra vida, nacimos ahí. El primero que quiere saber qué pasó soy yo”.
Sobre las víctimas, confesó que ha podido hablar con familiares de solo tres de ellas. Contó que esas familias han mostrado comprensión y que están buscando juntos formas de ayudar. Mencionó especialmente el caso de dos niñas que quedaron huérfanas y con problemas en la escuela. “Estamos viendo cómo apoyarlas para que no pierdan el año, y si se puede, ayudarlas incluso más allá”.
También reveló que nunca recibió inspecciones oficiales sobre las condiciones del edificio. “Si no hubo revisiones, es porque no se acostumbraba a hacerlas, ni a ese local ni a otros”.
Su relación con Rubby Pérez.

Sobre Rubby Pérez, quien murió en el lugar mientras ofrecía un show a más de 500 personas, Espaillat se mostró visiblemente afectado: “Perdí a un amigo. A sus hijos les digo que entiendo su dolor, lo comparto profundamente”.
Finalmente, reflexionó sobre todo lo ocurrido. “Esto no pasó porque sí. Esta tragedia, además del dolor que representa para las víctimas y para el país, también es una llamada de atención. Nos obliga a revisar muchas cosas que solemos ignorar. Ojalá sirva para despertar”.