
Es común que nosotras, como mujeres, nos reunamos con nuestras amigas a conversar sobre todo tipo de temas por horas o que recurramos a ellas para contarles todo lo que pasó en nuestro día, incluidos los problemas con nuestra pareja, sin embargo, hay cosas que deberíamos aprender a quedarnos para nosotras o dentro del entorno familiar.
Si bien a nadie le cae mal un consejo o la opinión de alguien más, es importante que aprendamos a diferenciar lo que sí o no debemos externar, sobre todo si estas acciones pudieran llegar a incomodar a nuestra pareja o que se cree un rechazo hacia él por algo que comentamos y de lo que luego nos pudiéramos llegar a arrepentir.
A continuación te compartimos algunos temas de la intimidad que antes de írselos a contar a tus amigas, es mejor que primero los platiques con él, con tu psicóloga o con tu sexóloga. Mientras menos oídos lo sepan, mucho mejor.
Hablar de su desempeño en la cama.

Sabemos que siempre que tenemos una nueva pareja nuestras amigas quieren saber absolutamente todo de él, pero hay cosas que, quizá, se deban quedar para nosotras.
Uno de los temas que más curiosidad puede causar es el desempeño de él en la intimidad. Si vas a hablar del tema, hazlo, pero cerciórate de que nada de lo que comentes lo haga quedar en ridículo o que se preste a que tus amigas esparzan el chisme por todos lados. No hagas lo que no te gustaría que a ti te hicieran.
Criticar su cuerpo.

Así como a nosotras no nos gusta que se hable de nuestro cuerpo, a ellos ese es un tema que también les pudiera llegar a afectar, sobre todo si nos metemos con sus parte íntimas y comenzamos a contarle a todo el mundo detalles sobre ellas y su tamaño.
Exhibir que no te satisface.

Aunque pudiera resultar frustrante que nuestra pareja no nos cumpla en la intimidad, antes de quejarte amargamente con tus amigas, te recomendamos que mejor saques una cita con tu psicóloga, con tu terapeuta o con tu sexóloga y les externes a ellas todas tus inquietudes y lo mal que te sientes porque tu pareja no te satisface en la cama.
Hacer público algo que él te confió.

Si hay algo que debe caracterizar a toda pareja es la confianza mutua y no tenerse secretos, pero eso es algo que se gana con el tiempo. Te recomendamos que si tu pareja te contó algo muy íntimo y que debiera quedarse para lo dos, no vayas y se lo cuentes a tus amigas en cuanto se te presente la primera oportunidad.
Lo único que lograrás con esta acción es que la confianza se pierda, que él se moleste mucho contigo y que crea que ya no te puede contar nada, pues creerá que todos sus secretos vas y se los cuentas a tus amigas.
Revelar sus más bajos instintos.

Algo que tampoco deberías hacer es compartir públicamente los más bajos instintos de tu pareja, salvo que eso sea algo que él realmente disfrute o que él sea el primero en contarlo o compartirlo con el mundo, caso contrario es mejor que evites contarlo, pues no sabes si le pudiera llegar a incomodar.
Mostrar las fotos o videos que te envió.

Quizá este consejo está de más, sobre todo porque no debemos esparcir este tipo de contenido bajo ninguna circunstancia y sin previa autorización, pero por si lo has pensado o tus amigas te lo han pedido, es mejor que lo evites a toda costa, pues son cosas que se deberían quedar para ustedes dos.
Exhibir sus fetichismos.

Sabemos que estas pláticas son muy comunes, en especial en las reuniones donde ya hay alcohol de por medio o cuando están jugando juegos de adultos, pero te recomendamos que siempre hables por ti y nunca embarres a tu pareja en tu conversación. Puedes decir cuáles son tus fetichismos o lo que te gusta lo que a ti te hagan, pero no hables por tu galán, pues no sabes si ese sea un tema que lo avergüence.
Que necesita ayuda para funcionar.

Otro punto que debería quedarse para ustedes es si tu pareja ya requiere de ciertos elementos para funcionar en la intimidad, como una bombita, pastillas o factores externos y que van más allá de la excitación.
A nadie le agrada que esos secretos se hagan públicos por miedo a la burla o a los señalamientos, por lo que te invitamos a que no contribuyas a hablar de ese tema con tus amigas.
Contar todo aquello que pueda ser usado en tu contra.

Ojalá todas nuestras amigas fueran para toda la vida, pero hay que se conscientes de que podemos llegar a tener ciertas diferencias o peleas con ellas, lo que nos puede terminar distanciando o enemistando.
Por ello, debemos ser muy cuidadosas de lo que compartimos y con quien lo hacemos, pues en una de esas pudieran llegar a contarle a nuestra pareja nuestro secreto mejor guardado y ocasionarnos un problema con él.
Tampoco es bueno elogiarlo de más.

Así como es malo hablar mal de él y su desempeño en la intimidad, sucede lo mismo si el efecto es a la inversa, es decir, si te desvives en elogios hacia él, pues pudiéramos provocar envidias o que esas amigas, que no son tan tus amigas, quieran probar si realmente todo lo que dices sobre tu pareja es cierto y si es tan buen amante como lo describiste. Recuerda que nadie sabe para quién trabaja.