El actor cubano Adrián Di Monte, quien se proclamó como el conquistador de La Isla: Desafío Extremo, ya volvió de Turquía tras su participación en el reality show de Telemundo y habló en exclusiva con MamásLatinas sobre su experiencia, sobre todo lo que aprendió y sobre lo que más valoró de este experimento de supervivencia de 3 meses lejos de su familia y de quienes más ama.
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Aprovechando que él ya ha ganado tres realities, siendo este uno de los más complicados, fue que aprovechamos nuestra conversación para cuestionarlo si en un futuro se animaría a ponerse a prueba en La Casa de los Famosos de Telemundo, un reality show en el que las cámaras están encendidas las 24 horas del día, se vive encerrado entre cuatro paredes y las emociones están a flor de piel.
También hablamos con él de Nuja Amar, su novia, quien llegó a su vida hace muy poco, pero tras esta experiencia él ya se dio cuenta que es ella la persona con la que le gustaría pasar el resto de sus días y él mismo nos confesó las poderosas y encantadoras razones. ¿Quieres saber qué nos dijo? Sigue leyendo.
Nos comparte cómo fue su vuelta a la normalidad.
Tras permanecer tres meses en Turquía, donde fue sometido a todo tipo de pruebas y desafíos, Adrián Di Monte, el ganador de La Isla: Desafío Extremo, habló en exclusiva con MamásLatinas sobre cómo fue su vida en esta vuelta a la normalidad, pues pasó todo este tiempo alejado e incomunicado de los que más quiere.
“Fue muy grato el dormir en tu cama. Estuvimos unos días después de la final, como dos o tres días, en Estambul con mi hermana, mi mujer. Nunca estuvimos los tres y pudimos este turistear un poquito. Y ya regresando a casa, la primera noche de dormir en tu cama, de oler las sábanas, de apachurrar las almohadas, de poder abrazar a tu mujer en soledad y de decir: ‘Dios mío, estoy en casa’ es maravilloso, eso no tiene precio, s lo más valioso de la vida”, nos compartió en exclusiva.
Reconoce que es un proyecto que te lleva al límite.
A pesar de ser un viejo lobo de mar en la realización de realities, nunca antes Adrián Di Monte se había sometido a lo que vivió en la emisión conducida por Javier Poza y es que no hubo día en que sus emociones no fueran puestas al límite.
“Al límite diario. No solo físicamente, pero más importante y más duro, yo creo que mentalmente, el estar lejos de de casa, de la familia, de no poder echar una llamada a tu mamá, papá, hermana, mujer porque no hay manera, no hay manera de comunicarse. Practicas el desapego, la paciencia, te dan ataques de ansiedad y de decir: ‘Quiero, salir de aquí corriendo’, pero mentalmente tienes que convencerte de por qué estás ahí adentro.
Meditas y analizas muchas cosas, muchas personas no aguantan y simplemente salen corriendo. Dicen: ‘Ya, sáquenme de aquí, por favor. Quiero que votes por mí esta noche para yo irme porque no aguanto’. Entonces cuando ves que alguien lo hace, abre una puerta para uno decir: ‘Ay, sí, yo también lo hago y sí, yo también ya me voy’. Puede ser como un efecto dominó donde todo el mundo diga pues ya quiero irme”, continuó.
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Nos confesó si se animaría a entrar a ‘LCDLF’
Tras su paso triunfal por La Isla, proyecto que dominó de principio a fin, cuestionamos a Adrián Di Monte sobre la posibilidad de que se sume a una futura temporada de La Casa de los Famosos de Telemundo y no creerás su respuesta.
“No, no, no, no, no, no, no, no, no. Híjole, nunca digas nunca, nunca digas esa agua no beberé, pero, madre mía, me da pánico entrar a esa cosa. Siento que ese es el experimento más fuerte que puede hacer un ser humano. Yo en Turquía veía Turquía, veía cosas, veía lugares maravillosos, podía hablar con gente, si quería me perdía y me iba a un lago y meditaba. Esto es encerrado con luces, en cuatro paredes, un laboratorio de ratas. Es muy fuerte La Casa de los Famosos, no creo que entraría”, se sinceró.
También nos habló de Nuja Amar, su actual pareja.
Poco antes de que tomara un avión con destino a Turquía, donde permaneció por tres meses, Adrián Di Monte decidió darse una nueva oportunidad en el amor con Nuja Amar, una joven de origen libanés que lo es absolutamente todo para él y así nos lo hizo saber en nuestra conversación, al compartirnos que la pasó muy mal estando lejos de ella.
“Fue horrible porque, de cierta manera, ella no se dedica a nada del medio. Eso es lo que más amo, de hecho. Ella lloraba y me decía: ‘Por favor, no te vayas. no te vayas’ y yo le decía: ‘Amor, pero es que chamba, o sea, hay que buscar la papa, hay que generar, hay que irse a trabajar’. Es mi trabajo, es lo que hago, tengo que salir a buscar la comida. Yo no me quería ir, para mí fue muy difícil el dejar nuestra casa, cuando estaba yo remodelando nuestra casa en la Ciudad de México. Para mí fue un golpe muy fuerte y la sufrí muchísimo, pero gracias a Dios, finalmente, todo vale la pena”, nos contó tras consagrarse como el conquistador.
El experimento no hizo más que fortalecer su relación.
Si bien es cierto este tipo de proyectos son un volado, en el que uno nunca sabe lo que pasará cuando llegan a su fin, Adrián Di Monte nos compartió que está feliz de que su relación salió fortalecida y no rota, contrario a lo que puede llegar a pasar tras pasar tantos tiempo separados.
“Yo digo que este tipo de experiencias o te rompen o te hacen crecer y en el caso específico de una pareja es una prueba muy fuerte, es una prueba donde o se rompe la pareja, o se acaba la llama, o se acaba el amor, o crece y en este caso el amor creció. La fuerza de nuestra unión se triplicó. Hoy por hoy la amo más que nunca y eso que la amaba antes de irme. Ahora la amo 100 veces más. Es una gran mujer. Se quedó enfrente de nuestra casa, con tres perros, con cosas que pagar, se quedó con cosas del banco. Hizo todo lo que yo no hice y gracias a eso, que ella estuvo ahí, yo pude irme a estar brincando con palitos en Turquía. Es un trabajo de dos, es un equipo. Yo no hubiera podido hacerlo si no hubiera sido por ella, entonces es maravilloso”, concluyó.
