Dicen que los niños vienen con un pan o una torta debajo del brazo. Sin embargo, todos los que somos padres también sabemos que cuestan muchísimo dinero. Lo bueno es que es posible controlar los gastos con un poco de ingenio y la generosidad de los que nos rodean. Mira cómo hacer.
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No te aceleres a llenarte de cosas para bebés.
Los niños necesitan mucho menos de lo que nos quieren hacer los fabricantes de cosas para bebés y juguetes. Aquí tienes una lista de lo que debes y no debes comprar.
No te dejes llevar por lo que dicen los fabricantes.
Así como buscamos usos inesperados para las cosas del hogar o la belleza, también hay muchas cosas en las que puedes ahorrar en lo que se refiere a los niños, como usar bicarbonato de soda en vez de talco, y usar y lavar la ropa como mejor te parezca.
Guarda la ropa de los mayores.
Organízala por años y asegúrate de ponerla en un lugar seco, donde no se vaya a estropear. Si no vas a tener más hijos o si tu mayor y el menor tienen sexos diferentes, puedes llevar la ropa a una tienda de consignaciones o intercambiarla con amigas y familiares.
Acuérdate que los niños crecen rapidísimo.
No compres demasiado y cuando sea posible busca una talla un poco más grande. Esto te ayudará a controlar los costos de ropa.
Piénsatelo bien antes de comprar juguetes.
Acuérdate que la mayoría de los niños se entretienen más con unas llaves y otras cosas que encuentran en la casa que con un juguete comprado en una tienda. También piénsalo bien antes de darles esos electrónicos que están tan de moda. No solo les dominarán el tiempo, sino que para disfrutarlos hay que sequir gastando a cada rato.
Pregunta a familiares y amigos qué ya no usan.
Muchas veces la familia y los amigos no ofrecen las cosas usadas por sus niños porque temen ofender. Pregúntales directamente y, si te sientes incómoda, ofréceles comprarlas. Estoy segura de que te las van regalar.
Olvídate de lo que está de moda.
No te digo que no te preocupes de que tus niños se vean lindos, pero lo más sencillo y cómodo es lo que pondrá grandes sonrisas en sus caritas, y sentirse bien es el mejor accesorio que cualquiera puede llevar.
