Cómo ayudar a las víctimas de violencia doméstica

En Estados Unidos, casi 20 personas son abusadas físicamente por sus parejas cada minuto. Esto equivale a más de 10 millones de mujeres y hombres al año, según datos de la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica. Una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres han sufrido algún tipo de violencia física por parte de sus parejas, incluyendo bofetadas y empujones. A veces, ni siquiera consideran que esto es un tipo de violencia doméstica.

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La violencia de género es más común de lo que nos atrevemos a reconocer. Puede manifestarse con gritos, amenazas, golpes, agresiones sexuales, acoso, control económico y más. Y lo peor es que muchas veces es difícil para las víctimas darse cuenta que están en una relación violenta. Y más difícil aún es salir de ahí.

Escucha estos consejos en este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice':

Las víctimas de violencia de género sufren consecuencias terribles.

Las víctimas de este mal que tanto afecta a nuestra sociedad pueden sufrir consecuencias físicas, mentales y de salud, que van desde la depresión, ansiedad y baja autoestima, hasta intentos de suicidio, desórdenes gastrointestinales y más. Los hijos de las víctimas también sufren las consecuencias, aunque la violencia no se ejerza directamente sobre ellos.

Si conoces a alguna mujer que está en una relación violenta, te damos algunos consejos para ayudarla.

small asian family portrait at home
Tran Van Quyet/iStock

1. Reconoce las características de una persona en esa situación. Las víctimas de violencia doméstica puede que no quieran presentar una denuncia por miedo a las represalias, por falta de un grupo de apoyo, por el estrés postraumático que puede causar, porque no tienen los recursos, por vergüenza o por sentir que es su culpa. Entiende que esto no es un asunto privado y que a todos nos compete acabar con este problema social.

2. Escúchala atentamente sin juzgarla y, sobre todo, créele a la víctima. Muéstrale tu apoyo incondicional, que estás ahí para escucharla.

3. Ayúdale a entender que lo que está pasando no es su culpa.

Todos tenemos derecho a vivir una vida libre de violencia y es posible que una víctima justifique a su victimario pensando que hizo algo para provocar su ira. Hay que insistir en que la violencia que sufren no es su culpa.

4. Pregúntale cómo puedes ayudarla.

Emotional woman being comforted by her best friend
nattrass/iStock

Acompáñala sin tomar las decisiones por ella. Es fundamental permitirle recobrar su autonomía y estar ahí para lo que necesiten.

5. Ofrécele información sobre la violencia de género, hogares de mujeres y otros recursos, sin ponerla en riesgo. La línea nacional de violencia doméstica es el 1-800-799-7233 o el 1-800-787-3224. Es anónima y confidencial, y funciona las 24 horas. No solo sirve para las víctimas, sino que también para quien necesita información para brindar apoyo. Además, en todos los estados hay organizaciones que podrían ayudarle.

A una mujer podría tomarle más de un intento para salir de una relación violenta.

Así que debes reconocer que tu lugar no es confrontar al abusador. Es estar ahí para dar apoyo, sin juzgar, y brindar herramientas para los próximos pasos. Obviamente, es importante saber cuándo es momento de llamar al 9-1-1, si la vida de alguien está en riesgo. Nadie merece vivir en sufrimiento y nos toca a todos educarnos para erradicar la violencia.

Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.