
Cada niño tiene talento y ayudarlos a que lo descubran comienza con que quites toda expectativa de que sean lo que tú esperas para que puedan convertirse en lo que verdaderamente son. El que tus hijos revelen ese potencial que está en espera de ser descubierto depende en gran medida de la forma en como los guíes para que puedan explorarlo con seguridad, pero sobre todo, sintiendo tu aprobación. Si tu pequeño siente que no estás conforme con lo que a él le gusta, bloqueará su energía buscando complacerte para que lo aceptes. Además, recuerda que los dones nos son otorgados para aportar y compartir al mundo, eso es lo que le dará la plenitud y el sentido de vida en su camino de elección.
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La felicidad de los niños está relacionada con la capacidad que tienen para disfrutar las cosas que hacen y la plenitud que encuentran en ello depende de que se sientan libres de expresar su don sin ser juzgados o criticados por ello.
Tus hijos pueden tener múltiples habilidades, sin embargo, habrá cosas que disfruten mucho y es por ello que debes permitir que lo descubran poco a poco, sin forzarlos, a su ritmo pero sin quitar el dedo del renglón para que lo puedan explotar.
Quita toda expectativa colocada en tu hijo y permítete verlo como es.

Visualizar el futuro de tu hijo debe incluir la felicidad y plenitud desde su personalidad y temperamento, desde sus intereses y desde su propio yo. Imaginarte su futuro haciendo lo que a ti te gustaría que hiciera o encasillarlo en estereotipos de éxito impide que vayas descubriendo con él todas las rutas posibles desde su propio interés.
No proyectes tus deseos frustrados en ellos.

Si a lo largo de tu vida dejaste un don latente o tomaste decisiones que te llevaron por caminos distintos a lo que te apasiona, no tienes porque depositarlo en tu hijo. A veces es inconsciente, pero esperas lograr tus sueños frustrados a través de ellos como si fueran una extensión de ti. Aunque sean tus hijos no te pertenecen, ellos tendrán sus formas de conectarse con el mundo, con aquello que los hace felices y a veces es totalmente opuesto a lo que les quieres fomentar.
Respeta sus propios intereses, no los califiques o señales como asuntos menores.

Son pequeños y por lo mismo quizá sus gustos son cambiantes, pero eso no significa que sus intereses sean algo que no debas tomar en cuenta. No importa si hoy les gusta una actividad y mañana otra. Tus hijos irán descubriendo su rumbo conforme les des la apertura para que exploren los caminos. Así que no les niegues la posibilidad de descrubrise en diferentes caminos.
Evita los prejuicios sexistas ante lo que les gusta hacer o jugar.

Si tienen intereses que se salen de las estructuras tradicionales evita juzgarlos por ello. No los encasilles en actividades o comentarios sexistas que les impidan explorar diferentes caminos. Si a tu hijo le gusta jugar con una muñeca o a tu hija le gusta jugar al box, evita decir frases como: “eso es cosa de niños o de niñas”. No paralices su creatividad o su capacidad de jugar por los prejuicios o estereotipos creados por la sociedad.
Cuando se sienta confundido e indeciso ante lo que le gusta, muéstrale opciones pero no le impongas.

Si tiene ganas de jugar a algo, pero no sabe a qué, o de hacer algo diferente pero tampoco encuentra qué, puedes darle alternativas pero sin impnerlas. Esto ayudará a que aprenda a elegir sin sentirse presionado y así descubrir lo que quiere hacer en ese momento. El que fomentes su creatividad con algunas sugerencias le ayudará a encontrar el camino poco a poco.
Escúchalo, obsérvalo, contémplalo para que puedas percibir sus verdaderos intereses.

Pon atención cuando juegue con sus amigos, cuando platique contigo, cuando conviva con la familia, cuando imagina, cuando descubre. Eso te dará pistas de los talentos que están latentes. Solo recuerda, debes ser muy cuidadosa de no proyectar tus propios deseos. Pregúntale qué es lo que más disfruta e invítalo a que siga probando en el camino.
Salte de la caja y no pidas que elija desde lo tradicional o cotidiano.

Hay muchas cosas más de las que te imaginas y tu hijo necesita encontrar su propio camino desde el desarrollo de su curiosidad e inventiva. Provéele juegos que impulsen su pensamiento creativo e incluso que lo reten. De esta manera desarrollará habilidades que le permitirán ver la vida desde un panorama diferente al acostumbrado. Desarrolla junto con él su pensamiento lateral con acertijos y adivinanzas.
No le impongas cosas desde la falsa creencia de que es por su bien.

Gran parte de las imposiciones que puedes hacer como madre provienen de pensamientos que aún no has filtrado y debes poner en contexto hacia tu hijo. Muchos de los miedos de las madres están relacionados con el temor a que los rechacen, los critiquen o los excluyan por sus talentos. Frases de la educación tradicionalista como: “eso es solo un pasatiempo, no te dará de comer“ o “es imposible, eso lo logran los que tienen suerte”, eso no, han derrumbado el sueño de muchos niños.
Compartan el juego creativo e improvisado.

Pueden jugar con mímica, puedes pedirle que invente una canción o incluso que arme una historia con lo que van viendo al caminar por la calle. Hay muchas maneras de mantener conectado a tu hijo con la capacidad de inventiva. Esto será divertido y al mismo tiempo le ayudará a descubrir aquello que lo hace feliz. Lo que él vaya armando como historia, te dará una pista de sus intereses.
No lo satures de actividades extraescolares.

Puedes creer falsamente que se volverá un niño superdotado si lo llevas a clases de todo lo que vayas encontrando en el camino. Esto no va a suceder porque tu hijo tiene talentos especiales que podría explotar si tú le ayudas a desarrollarlos. Para que encuentre el verdadero sentido de lo que le gusta hacer, necesita tiempo para jugar, para descansar o para liberarse del estrés de las actividades escolares. No cometas el error de saturarlo con más.
Deja que se aburra un poco para que encuentre su potencial.

Es importante que pase momentos de aburrimiento para que pueda encontrar por sí mismo una actividad con la que se sienta contento. El aburrimiento también tiene un lado creativo porque es el que impulsará a tu hijo a buscar opciones para divertirse o encontrar su propio camino a través de los momentos de vacío.
No frenes sus ganas de arriesgarse a hacer cosas diferentes.

Si tu hijo tiene motivación y entusiasmo por probar cosas nuevas o por practicar diferentes actividades que también pongan a prueba sus habilidades debes permitirle que lo haga. Dale la seguridad y confianza que necesita sentir de ti. Tu aprobación es importante para él, así que evita sobreprotegerlo y sé su respaldo para que pueda desarrollarse en lo que va eligiendo en su camino de desarrollo.
No le bajes el animo en nombre de un realismo innecesario.

El pensamiento basado en la creencia de: “no quiero que se haga falsas ilusiones” o “hay que aterrizarlo en la realidad para que no se decepcione”, pueden crear mucha inseguridad y llevarlo a sentir que todo es inalcanzable. Déjalo que vuele en su imaginación y que viva en los mundos que va creando. No olvides que es un niño y que la fantasía es parte fundamental para encontrar su talento.
El debe observar en ti la pasión que sientes por lo que haces día a día.

Tú eres su ejemplo a seguir y por lo tanto aprenderá de ti la forma en como tú vives tu propia plenitud personal a través de tus talentos. Si tu hijo te siente feliz, realizada y sobre todo completa en todas tus facetas sabrá que la búsqueda personal tendrá el resultado que tú le muestres desde ti. No es que tenga que seguir tus pasos, es solo que sabrá que si tú buscaste tu plenitud desde tus talentos, él también podrá hacerlo.
No te dejes llevar por la falsa idea de que el talento está reflejado por aquello en lo que es bueno.
