
La maldad se puede esconder en cualquier esquina. Es así como Concepción Malinek llegó a esconder durante meses hasta a 33 immigrantes indocumentados en el sótano de su casa y los obligaba a hacer trabajos forzados para conseguir su libertad. La mujer ayudó a varios de ellos a cruzar la frontera pero a cambio los mantuvo cautivos en su sótano durante meses. En algunos casos, les llegaba a pedir hasta 30,000 dólares para que pudieran obtener su libertad.
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Malinek fue arrestada cuando agentes federales del FBI irrumpieron en su casa para encontrar 19 adultos y 14 niños retenidos contra su voluntad en el sótano de su casa en Cicero, un suburbio de Chicago. La mujer está acusada de un crimén de tráfico de mano de obra y está a la espera de un vista ante el juez, que podría darse esta misma semana.
La mujer mantenía a los inmigrantes en su sótano contra su voluntad.

El FBI ya arrestó a Concepción Malinek, quien ahora está a la espera de juicio, acusada de un delito de tráfico de mano de obra. Malinek ayudó a cruzar la frontera al menos cuatro de las 33 personas que mantenía de manera forzada en su sótano.
Malinek les conseguía trabajos ilegales a través de una agencia, y ella se llevaba gran parte de sus sueldos.

Las víctimas aseguran que Malinek les pedía dinero a cambio de su libertad y les obligaba a trabajar donde ella dijera, por una fracción de sus sueldos. La mujer se encargaba de todos los trámites para conseguirles trabajos y documentos ilegales, y también los transportaba de la casa al trabajo y de vuelta por la noche. Entonces los mantenía cautivos, en un pequeño espacio, y muchas victimas aseguran que Malinek abusaba de ellos verbalmente y le amenazaba con depotarlos si hablaban con las autoridades.
La mayoría de los inmigrantes estaban buscando asilo político.

Otra de las víctimas contó a las autoridades que muchas de las personas que estaban en el sótano esperaban reclamar asilo político en Estados Unidos, aunque al menos dos eran completamente idocumentados. Malinek ayudó a dicho señor, a su mujer y a sus hijos a cruzar la frontera, a cambio de 30,000 dólares. Ella le consiguió un trabajo y él le pagaba 775 dólares de su cheque de menos de 2,000 dólares para saldar la deuda y, algún día, poder comprar su libertad.
En la casa fueron encontrados todo tipo de documentación falsa y libros de contabilidad.

Malinek manejaba todo un negocio con estos inmigrantes y no se sabe todavía a ciencia cierta por cuanto tiempo lo hizo. Cuando el FBI allanó la casa de la mujer en Cicero se encontró con una multitud de tarjetas de residencia permante y del seguro social falsas. Además, encontraron libros de contabilidad donde detallaba lo que cada inmigrante le debía y cuanto debían pagarle de sus sueldos en los trabajos ilegales que ella les conseguía.
El futuro de estos inmigrantes es ahora más que incierto.

Ahora que Concepción Malinek ha sido apresada y espera que se dicte sentencia en su caso contra ella, habrá que ver qué pasa con los inmigrantes que mantenía en cuativerio. Sin duda, muchos están expuestos a una deportación, aunque aquellos que estaban tramitando su asilo político podrían tener la suerte de disfrutar del proceso ahora en libertad.