Aquello de que "el amor todo lo aguanta y todo lo vale", incluyendo los momentos en la cama, lleva directo y sin escalas a terminar con la autoestima por los suelos. Sobre todo, si no estás de acuerdo con las conductas sexuales de tu pareja. Es increíble que en la actualidad, muchos sigan creyendo que la mujer es un objeto sexual que está para dar placer sin importar lo que ella quiere sentir e incluso transmitir en la intimidad. Lo peor es cuando algunas mujeres ¡apoyan esta idea! indirectamente, porque está claro que tienen un concepto equivocado del amor y también tienen mucho miedo al abandono.
El dominio, el poder y el control también se demuestran en algo que debe ser siempre un acto consensuado y en donde independientemente al estilo de conductas y gustos sexuales, es algo que "debe ser de común acuerdo" y sin lesión o dolor. Para que te des una idea, te cuento que según cifras de la OMS, 1 de cada 5 mujeres han sufrido agresión sexual de una pareja estable, especialmente en países con cultura machista. Así que no lo normalices por favor y cuídate.
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El maltrato emocional también puede transmitirse durante el sexo y además puedes sentirte muy confundida pensando que las agresiones sutiles y las críticas indirectas son parte de las muestras de amor o de afecto de tu pareja. A veces puedes justificar aquellas actitudes que tiene contigo en la intimidad y que lentamente pueden hundirte en la insatisfacción generándote una sensación de impotencia y poca autovaloración.
Si sientes que o tienes dudas de si eres víctima de una sutil violencia sexual en la cama, es necesario entonces que reevalues tu concepto de intimidad. Tú no te puedes engañar, la buena vibra sexual está relacionada con placer pero también con respeto. Si en algo no te sientes cómoda, siéntete con el derecho de decirlo y de pedir lo que necesitas.
Señal: Te dice frecuentemente y de forma indirecta o con bromas que no eres buena en la cama.
Te hace comentarios muy sutiles de tono bromista para hacerte sentir que no lo complaces. Esto puede afectar tu autoestima sexual ya que si comienzas a pensar que no eres suficiente mujer para él, es posible que te dejes manipular con tal de lograr su aprobación.
Consejo: Si sus bromas te incomodan, hazle saber que no te gusta y pídele comunicación.
Si sus formas de decirte que no lo complaces lo suficiente son desacreditándote, hazle saber que estás abierta a escuchar lo que te propone para llevar una vida sexual más plena, pero que lo haga con una comunicación respetuosa y tomando en cuenta lo que tú necesitas.
Señal: Te juzga cuando intentas ser creativa en la cama y te cuestiona por ello.
Preguntas como: ¿Dónde aprendiste eso? o ¿Quién te enseñó eso? Pueden generarte temor a ser tú misma y es posible que te comportes con temor en la cama por miedo a sus malas interpretaciones y prejuicios que lo intimidan.
Consejo: Compártele tu deseo de probar cosas nuevas y platícalo con él antes de intentarlo.
No caigas en temores que te lleven a ocultar tu deseo de probar nuevas cosas. Si te sientes insegura, habla primero con él de tus inquietudes y de lo que te gustaría poner en práctica como una nueva experiencia y pregúntale a él si le gustaría y si está de acuerdo en intentarlo.
Señal: Te exige que te vistas o actúes de una forma determinada cuando van a tener un momento íntimo y si no estás de acuerdo se aleja.
Por supuesto que se valen los acuerdos de mutua complacencia durante el sexo, siempre y cuando eso te produzca un placer genuino. Si te sientes incómoda y aún así accedes, significa que no lo haces por acuerdo, sino que te sientes obligada. Puedes decir "no".
Consejo: Jamás accedas “en nombre del amor”, a usar algo que no quieres o que te lastima.
El amor siempre irá de la mano con el respeto, no lo olvides. Si no sabes decir “no” y le das prioridad a sus deseos aún pasando por encima de ti misma, estas anulándote tu sola.
Señal: Te hace totalmente responsable de su placer y se olvida totalmente del tuyo.
Se comporta de forma egoísta en la cama y sólo te pide que te enfoques en sus necesidades. Jamás te pregunta cómo te sientes o qué te gustaría para sentirte cómoda. Si la balanza pierde el equilibrio, toma en cuenta que es porque tú lo permites por creer que quizá así debe ser.
Consejo: Date la oportunidad y el derecho de fluir en comunión, tú también puedes sentir placer.
Puede ser que por prejuicios machistas o por situaciones de experiencias en tu historia de vida, sientas que no tienes derecho a vivir el placer como mujer. Nútrete de libros de sexualidad o consulta con un terapeuta sexual para que puedas quitar tus bloqueos.
Señal: No quiere usar protección y te pide que seas tú la única responsable de hacerlo.
El sexo y las consecuencias son responsabilidad de ambos. Si el toma una actitud machista y se niega a usar protección “por el motivo que sea” y además te deja a ti toda la responsabilidad de lo que pase, es obvio que está actuando de forma egoísta.
Consejo: De ninguna manera aceptes ser la única responsable de la protección de ambos y no accedas a tener sexo sin protección.
La protección es básica no solo para evitar embarazos sino también para evitar cualquier tipo de enfermedad de transmisión sexual. Decir “no” es un derecho que no te puedes negar a ti misma. Pierde el miedo a pedirlo o apóyate de un médico ginecólogo que les explique a ambos.
Señal: Hace críticas o bromas con respecto a tu cuerpo y se vuelve exigente con tu estética durante el sexo.
“Te están saliendo llantitas, no te has depilado, tus senos son pequeños” ¡Qué horror toparte con alguien así! Toma en cuenta que en el sexo el respeto incluye la aceptación de tu cuerpo. Si te preocupas demasiado en gustarle, harás todo para verte bien pero no lo harás por ti misma.
Consejo: Pon freno a sus críticas desde el principio y no dejes que su mal hábito de criticarte crezca.
Cuida tu figura para sentirte bien y bonita para ti, hazlo por salud y por amor propio. No te sientas forzada a hacer algo con tu cuerpo y tu estética, solo por complacerlo. Haz énfasis en que no tolerarás ningún tipo de crítica. Sé determinante por el bien de tu autoestima.
Señal: Es brusco contigo y se justifica diciendo que es parte de la pasión, pero te lastima físicamente y no te gusta.
Tienes derecho a decir: “me lastimas”. Es terrible que aguantes incomodidades con tal de que no se enoje contigo o con tal de complacerlo. No te confundas, la pasión nada tienen que ver con agresión.
Consejo: Habla claramente con él sobre las conductas sexuales que no estás dispuesta a practicar porque no te producen placer.
De nuevo, define durante una charla con él lo que tú consideras que es apasionante y establece la clara diferencia entre lo que sí te gusta y lo que no, ya que lo sientes como una agresión. Si piensa que exageras, exígele que, aunque lo piense así, debe respetar tus límites.
Señal: Te presiona para que lo toques a pesar de que tú no quieres y terminas accediendo.
El cuerpo no miente; cuando te resistes, tus movimientos te delatarán y si el insiste y tú te obligas a ti misma a seguirle el juego sin estar de acuerdo, eres cómplice de su falta de respeto hacia ti. Recuerda, aprende a decir NO.
Consejo: Pon distancia de inmediato y hazle saber que no estás dispuesta a ceder a tocarlo cuando no quieres hacerlo.
El uso de la fuerza implica una agresión indirecta. La insistencia excesiva también. No te confundas pensando en que debes ceder por el bien del momento. Si no quieres hacerlo es porque no quieres y punto y él debe respetarlo.
Señal: Te sientes obligada y forzada a tener sexo solo porque el busca un embarazo.
Aunque la reproducción es uno de los objetivos de la unión sexual, no olvides que también es un acto para crear vínculos y unión a través de la sintonía sexual. Si tu pareja se obsesiona con procrear y tú te sientes presionada, no cedas en estas condiciones.
Consejo: Busca orientación para la fertilización y que un profesional los lleve de la mano.
Si sospechas de problemas de fertilidad, no le des vueltas al asunto y hazle la propuesta de acudir con un profesional que los oriente de manera adecuada para un tratamiento. Comunícale tu sensación de desconexión por su obsesión del embarazo.
Señal: Sientes que el contacto sexual forzado es algo normal o natural porque así lo aprendiste, pero no lo disfrutas.
Desafortunadamente muchos de los desencuentros sexuales tienen que ver con malos enfoques por ser aprendidos de acuerdo a las malas experiencias en la historia de vida. Hay cosas que pueden parecerte normales porque así las has vivido siempre y no significa que sea así.
Consejo: Informate sobre sexualidad saludable en la pareja, hay mucha información valiosa que te puede ayudar.
Desde centros de información, cursos, talleres o incluso consultar con un profesional como un sexólogo o tu ginecólogo de cabecera, te pueden orientar para que salgas de toda duda y puedas aclarar tu panorama sobre la sexualidad.