Si tu príncipe azul aún no toca a tu puerta, no tienes por qué echarte a llorar o resignarte a la absurda idea de que la soledad es una tortura. Ser soltera puede ser aprovechado al máximo. Además, te aseguro que cuando seas viejita, vas a agradecer todas las experiencias que te regalaste. Toma nota de las ventajas de estar soltera y sin compromiso, y comienza un estilo de vida pleno, en el cual la persona más importante seas tú. Es más sencillo de lo que realmente imaginas.
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Estar soltera no quiere decir que tengas mala suerte en el amor. Quizás no te has puesto a pensar en todas las ventajas que representa la soltería, ese espacio que puedes regalarte para hacer las cosas que más te gustan, emprendiendo nuevos desafíos y rodeándote de buenos amigos. Recuerda que eres tú quien marcas la pautas y pones el límite, mientras esperas por esa persona especial que logre conquistarte.
Mientras estés sin galán, aprende a elevar tu autoestima y emprende una etapa de autoconocimiento personal, con actividades simples y satisfactorias, como ir sola al cine o a un viaje, practicar deportes o simplemente dedicarte a algún pasatiempo. Lo importante es que dejes de temerle a la soltería, evitando las presiones sociales que tanto daño pueden llegar a hacerte. Aprende 9 maneras de vivir felizmente soltera.
Galería realizada en contribución con Griseida Díaz
No te enganches en presiones sociales.
Si quieres disfrutar, quítale el estigma al hecho de estar soltera, y cambia el tema cuando comienzan las preguntitas como: "Y tú, ¿cuándo te casarás?" o "Y qué, ¿no piensas sentar cabeza?". Así no te sentirás presionada.
Haz un viaje sola a un lugar favorito.
Piensa en el sitio de tus sueños. No importa si es lejos o cerca, pues lo importante es disfrutar el tiempo que pasas contigo misma. Esto te ayudará a superar cualquier miedo, y te dará mayor seguridad y autoconfianza.
Haz lo que quieras con quien quieras.
Es un momento en el que la decisión de hacer lo que te gusta –con responsabilidad y autocuidado–. No tiene que pasar por ningún filtro porque solo depende de ti misma. Así que, no te quedes con ganas de nada y lleva a cabo las cosas que siempre has soñado.
Eleva tu autoestima.
Aprovecha tu madurez y date cuenta cuánto has crecido haciendo aquellas cosas que pensabas que necesitabas hacer en pareja. Apláudete por haber defendido tu libertad y tus creencias, pero principalmente tu vida.
Atrévete a hacer cosas diferentes.
Sal de tu rutina. Planifica actividades originales, como brincar de un paracaídas o subirte al juego más temido del parque de diversiones, cantar sola con el karaoke o ir sola al cine. Conecta con tu adrenalina.
Puedes coquetear sin culpa.
Elige a quien quieres lanzarle una bella sonrisa, y disfruta de esa libertad. Al fin y al cabo, no hay quien te reclame por ello, y no tienes por qué ser mesurada. Claro, siempre con la convicción de que no te expondrás a riesgos o peligros.
Refuerza tus gustos.
Esto no significa que cuando encuentres pareja no podrás compaginar los gustos de ambos. Sin embargo, cuando se trata de dos, la cosa cambia porque necesitas negociar salidas, diversiones y decisiones. Ahora puedes hacer mucho más de lo que te gusta, y experimentarlo al máximo antes de que tu tiempo de soltera se acabe.
Sé libre en tu espacio y hogar.
Come lo que quieras –cuidando tu salud–, como quieras y en donde quieras. Si es en la sala o en la cama, ¡hazlo! Ahora no tienes que seguir ninguna pauta o reglamento que requiere la convivencia en pareja.
Ten todos los amigos que quieras.
En este momento de tu vida nadie te celará o controlará. Date la oportunidad de convivir con tus amigos al máximo, y aprovecha su compañía.