Yo soy "chaparrita pero picosa", y si tú también eres bajita como yo, seguramente piensas que la falta de estatura es parte de nuestro encanto. Eso sí, existen ocasiones como las que te voy a mostrar, en las que desearía que la genética me hubiera dado unas pulgadas de más. ¿Dime si te has topado con ellas alguna vez?
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Imagen vía Splash
Alcanzar las cosas puede ser un reto
En la cocina, en el cuarto, y ni hablar del supermercado…
Los pantalones te quedan largos
Me pasa todo el tiempo, y en una ocasión, cuando compré pantalones para esquiar, tuve que usar talla para niños, lo positivo es que te salen más baratos.
Eres la mitad de una Miss Universo
Aún si eres toda una estrella como Eva Longoria, es mejor evitar las fotos junto a reinas de belleza, y ni hablar de posar junto a alguna modelo de Victoria´s Secret. En esos casos puedes quedar con algún tipo de trauma.
Salir con un basquetbolista está fuera de límites
En general los hombres altos representan todo un reto, pero por alguna razón, a los grandotes les encantan las bajitas.
Siempre tienes que andar en tacones
A menos que quieras ser la persona más bajita de la fiesta, la oficina, etc.
Todo el mundo te quiere alzar
No sé si damos la impresión de ser un muñequito, pero puede ser ventajoso cuando te duelen los pies de tanto andar en tacones.
Darle un beso a tu pareja requiere de técnica
Aún si tu chico no es particularmente alto, siempre nos tenemos que empinar.
Te pierdes en la multitud
Si supieras el coraje que me da cada vez que mi esposo, quien mide más de 6’, no me puede ver en medio de la gente. Por más que levante las manos y grite parezco invisible.
Los conciertos de pie están fuera de tu alcance
Alguna vez tuve la brillante idea de ir a un concierto de Beyoncé, en el que tenía que estar de pie. Me llevé los zapatos más altos que tenía, y aún así no vi nada, sin mencionar que una hora después mis pies no podían del dolor. Jamás volví a un concierto de ese tipo.
Siempre te toca la silla de la mitad
En el avión, en el carro, no importa cuál sea el medio de transporte, siempre nos agarran como el llaverito que cabe en todos lados.