Decir que el tiro le salió por la culata le queda corto. Sarah, una joven madre inglesa, quiso rendirle un tributo a sus hijos haciéndose dos tatuajes con sus nombres y fechas de nacimiento en su pecho… Pero lo que le hicieron es de pesadillas. Mira la galería y llega hasta el final para que veas cómo quedó la pobre Sarah y otras personas que les ha tocado muy mala suerte (o muy mal gusto) a la hora de tatuarse la piel.
Lee más en ¿Qué más?: Este tatuaje podría salvar a una niña de 7 años que está siendo abusada sexualmente (VIDEO)
–Galería hecha por Alicia Civita
Imagen vía Thinkstock
Tiburón
Entiendo que quiera hacer algo con su herida, pero no sé, no me gusta ni un poquito.
Un corazón
No es que esté feo, para nada, pero ¿te imaginas lo que debe doler eso?
Letras
Sobran las palabras
En los ojos
Es que ni por todo el oro del mundo me tatuaría los ojos.
Hello Kitty
¿Será que no se da cuenta de lo ridículo que se ve?
¿Inodoro?
No sé si reconoces la mano y el sombrero, se trata de Freddy Krueger, el malo de la serie de películas de terror Nightmare on Elm Street (Pesadilla en la calle del infierno). ¡Que idiotez!
Una cara en una cara
Este padre en Texas, identificado como Chris, se hizo tatuar la cara de su hijo. Me parece una idea terrible desde todo punto de vista. Yo creo que hasta al niño le debe dar miedo.
De '50 Sombras'
Como si el lugar de este tatuaje no fuera lo suficientemente horrible, también tiene la peor línea de los libros de 50 Sombras de Grey.
¿Racista o pervertido?
No sabemos si este hombre es racista, pervertido o qué. Pero este tatuaje está horrible.
Sarah, la mamá con los tatuajes horribles
Otro caso del programa de Spike Tattoo Nightmares, Sarah cuenta que cuando el "especialista" terminó su trabajo y ella se miró en el espejo, casi se echa a llorar. En verdad, resultó un desastre. Allí estaban los tatuajes, un nombre en cada uno de sus senos, pero el trazo artístico no se veía por ninguna parte. Eran como marcas negras sin sentido. Con la ayuda de los especialistas del programa de Spike, logró rehacerse los tatuajes y se los volvió a hacer –esta vez en la espalda y con los nombres de sus tres hijos– pero mucho más profesionales.