El boxeador Christopher Rivera Amaro, quien murió asesinado por un balazo en su natal Puerto Rico, fue honrado de la manera más poco usual que haya oído yo. En su velorio, familiares y amigos vieron su cuerpo de pie, en la esquina de un cuadrilátero, vestido en su uniforme de combate y con sus guantes azules de boxeo. Este velorio poco usual es justo lo que el mismo Amaro había pedido como su deseo. "Él quería que lo velaran así", seguró su tía, la Lilia Amaro. Las fotos aquí abajo te dejarán boquiabierta.
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Tras una carrera boxística que incluiría peleas internacionales dentro de la categoría de 130 libras, con 5 victorias, 13 derrotas y un empate, Amaro, alias "Perrito", murió a sus 23 años luego de ser asesinado.
"Estamos realizando el sueño de él", añadió su tía, al referirse al peculiar velorio que tanta atención ha llamado. Por eso, el cuerpo muerto de Rivera Amaro estaba de pie, como boxeador listo para su próxima pelea. Su madre, viuda e hijo (abajo), pudieron posar junto al cuerpo del difunto, y los que asistieron al velorio para decirle su último adiós, tomaron fotos sellando con ellas una estampa que seguro no sería muy diferente a muchas de las que habrán visto a Amaro protagonizar en vida.
Al parecer esta costumbre a la que en Puerto Rico se refieren como los "muertos paraos" no es tan rara como yo inicialmente había pensado. Es aparentemente una forma de honrar al ser querido como se le quiere recordar, en su gloria, y es una costumbre que se ha visto repetida desde hace unos años ya. A pesar de que a mi parecer es una costrumbre un tanto mórbida, es algo que hay que respetar. Ojalá los familiares y amigos de este joven atleta encuentren consuelo en su memoria, y que haberle honrado hasta su último momento como él lo hubiese querido, les de paz y les inspire siempre.
Imágenes via Thinkstock y Corbis Images