A diario me llegan notificaciones de Linkedin de personas que quieren que los agregue a mi red de contactos; esos mensajes genéricos de individuos a los que no conozco pidiéndome que les abra mi lista de contactos que tanto me costó cosechar. Mi respuesta es siempre la misma: si no los conozco y no se han tomado la molestia de presentarse y explicarme por qué me conviene agregarlos a mi network, rechazo el pedido.
Como a todos, también a mí me aparece esa lista de contactos sugeridos que las diversas redes sociales envían con frecuencia, y a menudo me detengo a mirarla. Si veo un nombre que me interesa, me ocupo de escribirle una nota detallando dónde nos conocimos, por qué puede resultarnos de mutuo interés conectarnos, etc.
Las redes profesionales como Linkedin funcionan bien cuando tus contactos son de buena calidad, es decir que además de estar en posiciones claves dentro de diversas organizaciones o empresas, sea gente que te conoce y a la que tú conoces. De lo contrario, si necesitas que Marta (tu contacto) te presente a un contacto suyo, pero Marta no te conoce, será difícil lograr que te ayude. Y también sucede que si Jorge a quien no conoces te pide que le presentes a Andrea que es un excelente contacto tuyo, tú no podrás hacerlo (o no deberías) porque no puedes dar fe de que Jorge es alguien recomendable. Es decir, cuando tienes gran número de individuos en tu red de contactos profesionales a los que no conoces y recibes frecuentes pedidos para presentarlos a contactos que realmente valoras, pones en juego tu reputación y te expones a perder esos contactos para tu propio beneficio.
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Por eso es tan importante cuidar como el oro tu red de contactos profesionales. Este tipo de plataforma no debería ser una competencia de popularidad como pueden serlo otras netamente sociales, donde el objetivo parece ser lograr tener la mayor cantidad de seguidores sin importar quiénes son.
Negarte a abrir la puerta de tu valiosa red a desconocidos no es arrogancia. Es entender que de la calidad de cada uno de tus contactos depende cuán poderosa y efectiva es tu red tanto para ti como para quienes son parte de ella.
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