¿Te has sentido alguna vez sin motivación para seguir adelante con lo que te has propuesto? A todas nos pasa. Hay momentos en que nos sentimos sin deseos ni fuerzas para seguir adelante con nuestras metas.
En esos momentos quizás sentimos que los obstáculos son demasiado grandes. No percibimos que vamos a tener éxito, y por lo tanto creemos que no vale la pena seguir adelante.
Pero, ¿es cierta esta percepción? En los años que he estado estudiando superación personal he aprendido que a menudo la motivación se pierde a causa de nuestras propias actitudes. Éstas son 6 de las actitudes más comunes que he observado:
Lee más en ¿Qué más?:No dejes que tu edad te limite a la hora de alcanzar un sueño (VÍDEO)
Falta de confianza No te crees capaz de lograr lo que te has propuesto, por lo tanto, pierdes la motivación. No quieres perder el tiempo haciendo cosas que no te van a a dar resultado.
Expectativas negativas Cuando piensas en alcanzar tus metas te imaginas lo peor: tragedias, peleas, enfermedades, rivalidades, etc. Es fácil perder la motivación. ¿Quién quiere alcanzar una meta que no trae felicidad?
Perfeccionismo Quieres hacer todo tan perfectamente bien que nunca acabas de hacer nada. Aún cuando terminas de hacer una tarea, sientes que la tarea está incompleta, que no es lo suficientemente profesional, que no es de calidad. Entonces vuelves a empezar una y otra vez hasta que pierdes la motivación por completo.
Agotamiento físico Trabajas demasiadas horas para alcanzar tus metas. No duermes suficientes horas. No te alimentas bien. No sacas tiempo para la relajación. Al final, estás tan cansada, que no tienes energías para seguir adelante. Nadie puede sentir motivación si tiene agotamiento físico.
Pesimismo Te enfocas solamente en los problemas y obstáculos que enfrentas de una una manera negativa. Tu actitud es negativa incluso cuando logras algo, porque te enfocas en lo que no has logrado todavía. El pesimismo debilita tu fuerza. Te deja sin motivación.
Falta de planificación Sabes cuáles son tus metas, pero no tienes un plan de acción para alcanzarlas. Por lo tanto, trabajas demasiado haciendo cosas que no te llevan a ninguna parte. Al final, pierdes la motivación porque sientes que es imposible alcanzar tus metas.
¿Te identificas con algunas de estas actitudes? Yo he padecido de todas en diferentes momentos de mi vida. Sin embargo, he tenido la bendición de encontrar maneras–ya sea por medio de una maestra, un taller o un libro de recuperar la motivación-.
Si has perdido la motivación personal, no pierdas las esperanzas. La motivación se puede recuperar cuando:
- Nos damos permiso para tener metas que reflejen a nuestro yo verdadero.
- Escogemos metas de acuerdo a nuestra pasión, valores, propósito de vida y deseos del alma.
- Vivimos en balance, durmiendo suficientes horas y teniendo una dieta sana.
- Disfrutamos de cada momento y experiencia, recibiendo los obstáculos como oportunidades para aprender y crecer
- No nos enfocamos demasiado en el resultado, sino en la felicidad que sentimos en cada momento del camino.
- Celebramnos cada logro por más pequeño que sea.
¡Que vivas llena de motivación para vivir la vida que deseas y te mereces!
¿Quieres encontrar a otras mamás como tú? ¡Sigue a MamásLatinas en Facebook!
Imagen vía Thinckstock