A mí me encanta la cocina. Pero confieso que de vez en cuando tengo que cruzar mis dedos y tener la esperanza de que la receta que estoy preparando saldrá bien. Aunque no me había percatado de que a veces termino gastando más dinero cuando cometo errores en la cocina, a pesar de que me considero una persona muy ahorrativa.
Entre los errores más comunes que cometemos, la revista ShopSmart de Consumer Reports comparte varios de ellos que podemos arreglar en un santiamén.
No pongas los cuchillos en la lavadora de platos. Nunca se me ocurrió que el calor producido por este artefacto pudiese abalear la hoja o agrietar el mango de los cuchillos. Es mejor lavarlos a mano en agua caliente.
No enjuages ollas calientes, sartenes y bandejas para hornear con agua fría. Con el tiempo la expansión y contracción repetida de los materiales puede causar deformación permanente y agrietamiento. A mí me ha pasado con varias bandejas de hornear y ahora siempre espero a que estén frías para enjuagarlas. Para remover alimentos persistentes, es mucho mejor agregar un poco de agua a la sartén y calentar a fuego lento.
No refrigeres los tomates. Las bajas temperaturas matan el sabor de los tomates y puede crear una textura harinosa. También el frío paraliza el proceso de maduración. Es mejor que guardemos todos los tomates (incluso los completamente maduros) en el mostrador.
¿Tienes un consejito que no he mencionado? Te invito a que compartas con Mamás Latinas tus trucos en la cocina.
Imagen via Kevin McShane/flickr
