Los buenos hábitos —como no fumar, no tomar alcohol en exceso, comer saludable y hacer ejercicio— son fundamentales para tener un estilo de vida saludable. Estos nos ayudan como método de prevención de enfermedades. Sin embargo, además de estos hábitos saludables, hay distintos exámenes médicos que todas las mujeres debemos hacernos para verificar que todo esté bien en nuestro cuerpo de forma preventiva.
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Hoy hablamos de siete pruebas médicas que todas las mujeres deben hacerse. Cabe destacar que estas pruebas son adicionales a las que te indique tu médico de cabecera en tu chequeo anual de rutina, en las que se verifica la presión arterial, el colesterol, el azúcar en la sangre, la orina, entre otros. Esta lista de exámenes que te recomendamos ha sido desarrollada por la escritora Caroline Weinberg, especializada en salud reproductiva, según un análisis que hizo de las recomendaciones de distintas organizaciones médicas estadounidenses.
Escucfha el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
1. Un examen clínico o autoexploración de las mamas.
Estos se hacen con el propósito de detectar cualquier anomalía en los senos de una mujer. El examen clínico lo realiza el médico, mientras que la autoexploración puedes hacerla tú misma en casa. Lo ideal es que sea el médico quien realice esa primera exploración para que te explique cómo debes hacer la autoexploración en casa, tocando no solo los senos, sino las axilas. Si bien el cáncer de mama puede ser poco común en mujeres menores de 30 o 35 años, los ginecólogos recomiendan que todas las mujeres se revisen los senos anualmente a modo de prevención, sobre todo en mujeres con menopausia.
2. Una mamografía.
Se trata de una radiografía de los senos con un aparato de rayos X. Esta prueba es la forma más eficaz de diagnosticar el cáncer de mama con anticipación. Quienes ya se la han hecho saben que puede ser un poco incómodo, ya que ponen tu seno entre dos placas y lo aplastan fuertemente para poder sacar una buena radiografía y detectar si hay algún tumor. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que, a partir de los 45 años, las mujeres se hagan una mamografía anual. Y que, a partir de los 54 años, se realicen este estudio cada dos años. Consulta con tu ginecólogo si sientes algo extraño en tu pecho y deseas hacerte este estudio antes de cumplir esa edad.
3. Un test genético de cáncer de mama.
Esta prueba se la deben hacer las mujeres que tienen un historial de cáncer de mamas, ovarios, de trompas o peritoneal. El examen es similar a una prueba de sangre, pero busca mutaciones en el gen BRCA, que son las siglas en inglés de cáncer de seno o breast cancer, e indica las posibilidades que tiene una mujer en desarrollar este tipo de cáncer. Ojo, organizaciones de salud en Estados Unidos no recomiendan las pruebas caseras de este tipo, solo las que se realizan en centros de salud.
4. Un examen pélvico.
Se trata de una prueba rutinaria que busca analizar los órganos sexuales femeninos para detectar quistes, fibromas y enfermedades de transmisión sexual. El examen consta de tres partes: una evaluación física de la vulva, un análisis del cérvix con un espéculo (que es un aparato que permite abrir las paredes de la vagina) y un examen manual para evaluar los órganos internos. Se recomienda que, a partir de los 21 años, te realices un examen pélvico al año en tu visita rutinaria al ginecólogo.
5. Una prueba de Papanicolau o citología vaginal.
Esta prueba es la mejor forma de detectar el cáncer de cuello uterino y las lesiones precancerosas. Se realiza en un examen de rutina con tu ginecólogo y consta de obtener células del interior del cuello uterino usando una espátula, algo que puede ser un poco incómodo, pero no es doloroso. Es una prueba que debe realizarse cada tres años en mujeres de 21 a 29 años, y cada 3 a 5 años en mujeres de más de 30 años.
6. Un examen para la detección del cáncer colorrectal.
Puede realizarse a través de una colonoscopia o una sigmoidoscopia, que consiste en insertar una cámara por el recto para evaluar el colon. Sin embargo, hay otras pruebas menos invasivas, como el análisis de sangre oculta en las heces. Se recomienda que las mujeres de 50 a 69 años se realicen estas pruebas cada 5 a 10 años. Si hay antecedentes de cáncer colorrectal en tu familia, debes realizarla antes de los 50 años.
7. Una densitometría ósea.
Es una prueba para determinar la densidad mineral o masa ósea de los huesos, que sirve para detectar los riesgos de fracturas o de padecer osteoporosis. La densidad ósea se mide con una radiografía que analiza el nivel de calcio y otros minerales en los huesos. Es recomendada para mujeres de 65 años o más, pero si te has realizado estos exámenes antes de esa edad, debes mantener los chequeos cada 15 años.
Escucha estos consejos de salud en nuestro podcast 'Mamá Dice'.
Sabemos que algunas de estas pruebas pueden ser tediosas, pero recuerda que tu salud es la que te permite disfrutar de la vida que llevas. Por ti y por tu familia, escucha tu cuerpo y realízate los exámenes médicos necesarios para mantenerte saludable.
