
Un rayo de esperanza para la humanidad. Científicos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, desarrollaron una vacuna que en los resultados preliminares arrojó que estimula la creación de anticuerpos y células-T contra el Covid-19. Como era de esperarse, el anuncio ha despertado el optimismo tanto en la comunidad médica como en la población en general que sigue expuesta a desarrollar los múltiples síntomas de esta enfermedad que en algunos casos puede ser mortal. Sin embargo, antes de comenzar a celebrar es mejor ejercer un poco de cautela porque no todo son buenas noticias.
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Lo que sucede es que hasta el momento se desconoce si a largo plazo la protección que ofrece la nueva vacuna es suficiente para impedir que los pacientes desarrollen el Covid-19. Es decir, la inmunidad es tal que las personas no se enferman cuando el virus entra al cuerpo. Según se informó, hacen falta más estudios para determinar a ciencia cierta si el fin del coronavirus está muy cerca.
Para hacer la vacuna modificaron genéticamente el virus del resfriado común.

El nombre de la vacuna es ChAdOX1 nCoV-19 y se realizó modificando genéticamente el virus del catarro común en chimpancés. De la forma en que se elaboró las personas que reciben la vacuna no desarrollan la enfermedad. Sin embargo, el cuerpo cree que está siendo atacado por el virus, por lo que se desencadena un proceso inmunológico para contrarrestarlo.
Vital la creación de anticuerpos y las células T para vencer la enfermedad.

Tanto los anticuerpos como las células T se encargan de combatir las enfermedades de distinta forma. En el caso de los primeros son proteínas que produce el sistema inmune cuyo trabajo es adherirse a los virus para atacarlos. Las segundas se producen en la médula ósea y se encargan de identificar y destruir las células del cuerpo que están infectadas. El dato de que la vacuna del Reino Unido estimule la creación de ambas es una muy buena noticia.
¿Cuáles son los efectos secundarios?

La mayoría de las personas que recibieron la vacuna, un 70 por ciento, desarrollaron dolor de cabeza o fiebre. Sin embargo, los científicos entienden que estas molestias pueden ser tratadas con paracetamol, cuyo nombre comercial es Panadol o Tylenol, por solo mencionar algunos. La realidad es que a los científicos todavía les queda trabajo por realizar antes de publicar los hallazgos finales.
Aún faltan realizar más investigaciones.

Hasta el momento, los científicos no han podido determinar si la vacuna es los suficientemente segura para su uso en humanos. Por lo tanto, en la próxima fase participarán 10 mil personas en varios países. Tanto en Estados Unidos como en Brasil, Reino Unido y Africa del Sur se le aplicará el medicamento experimental a una parte de la población. Dependiendo de los resultados, sabremos si el producto está listo para el uso de la población en general.
En el estudio inicial participaron poco más de mil personas.

En total 1,077 personas participaron en el estudio inicial que se realizó entre abril 23 y mayo 21 de 2020. Aunque la vacuna todavía se encuentra bajo estudio, el Gobierno del Reino Unido ya realizó un pedido de 100 mil dosis. La próxima etapa de la investigación podría terminar antes de que finalice el 2020. De concluirse que la vacuna es segura y efectiva, comenzaría el proceso para su elaboración comercial. Sin embargo, esto no significa que el producto esté fácilmente disponible para la población general. Hasta que esto no ocurra, habrá que seguir las recomendaciones médicas para evitar el contagio.