Por primera vez desde el 2015 una persona en California padece la peste, luego de que pruebas médicas confirmaran su diagnóstico. Personal del Departamento de Salud del Condado Dorado sospechan que el paciente enfermó tras ser picado por una pulga infectada mientras se encontraba paseando a su perro en la ciudad de South Lake Tahoe. Aunque las autoridades sanitarias no han revelado el nombre del enfermo, sí confirmaron que reside en el área y que se encuentran investigando el asunto. Al momento la persona ya recibió tratamiento médico y se encuentra en su hogar recuperándose.
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Entre el 2016 y el 2019 unos 20 roedores en el Condado Dorado, donde la enfermedad es endémica, arrojaron resultados positivos a pruebas de laboratorio para la peste. Anteriormente, se habían registrado otros dos casos en California en los que personas estuvieron expuestas en el Parque Nacional Yosemite a roedores o pulgas infectadas.
¿Qué es la peste?
La peste es una infección causada por la bacteria Yersinia pestis y generalmente se transmite a los humanos a través de las picadas de pulgas que están infectadas. Los seres humanos también pueden contraer la peste si entran en contacto directo con tejidos o fluidos de un animal enfermo o al inhalar gotitas que contengan la bacteria. Las forma más común de esta enfermedad es la peste bubónica.
Hay tres tipos de peste.
Hay tres tipos de peste causada por la misma bacteria. La principal es la peste bubónica. Si la infección se propaga a los pulmones o se presenta inicialmente en ellos se conoce como peste neumónica. Esta variación se contagia fácilmente de persona a persona y es particularmente mortal debido a lo rápido que avanza la enfermedad.
La peste se puede propagar en la sangre.
Una vez la infección se extiende al torrente sanguíneo se conoce como peste septicémica. Este tipo de peste ocasiona coágulos sanguíneos y usualmente resulta ser mortal. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la piel y otros tejidos pueden sangrar, tornarse negros y/o morir.
El diagnóstico temprano de la enfermedad es vital.
Debido a que la peste puede afectar rápidamente la salud en los humanos y propagarse fácilmente, la detección y el tratamiento tempranos son increíblemente importantes tanto para las posibilidades de supervivencia del enfermo como para evitar un brote. Los síntomas generalmente se presentan dentro de dos a seis días posteriores a la exposición, o antes si el contagio fue por el aire.
Estos son los síntomas.
Fiebre, nódulos linfáticos inflamados y con dolor, náuseas, vómitos, debilidad, fatiga y dolor en las extremidades son todos síntomas de la peste. La enfermedad de tipo neumónica también puede causar tos acompañada de fluido con o sin sangre. Por último, la peste septicémica puede causar sangrado y ennegrecimiento de los tejidos corporales.
La peste es una enfermedad rara pero hay que tomarla con seriedad.
Aunque está presente de forma natural en ciertas regiones geográficas, incluidas partes de los Estados Unidos como la región del lago Tahoe, la peste sigue siendo una enfermedad rara. El CDC informa que en las últimas décadas ha habido un promedio de solo siete casos de peste humana por año en los Estados Unidos. Sin embargo, ya se informaron dos casos en Nuevo México este año, y uno fue mortal. La peste generalmente se trata efectivamente con antibióticos y más del 80 por ciento de los pacientes se recuperan. Sin embargo, si el enfermo no busca tratamiento médico la tasa de mortalidad es del 100.
Tenga cuidado.
Para minimizar el riesgo de padecer una infección por peste, las personas deben proteger a sus mascotas contra las pulgas, evitar el contacto con roedores vivos o muertos tales como ardillas, ratones y ratas. Además, deben mantenerse alejados de las madrigueras de los roedores, usar repelente de insectos que contenga DEET y estar atentos a los letreros que adviertan sobre la presencia de la peste en animales.