¿Te has dado cuenta que cuando vamos a hacer la compra con hambre, agarramos la primera bolsa de chips o galletas que se nos atraviesa en el camino? Yo si voy al supermercado con hambre me puedo comer hasta los anaqueles. Y además compro como si el mundo se fuera a acabar. Es decir: me saboteo la dieta y encima gasto más porque compro más de lo necesario. Sigue leyendo que más abajo comparto contigo un truco infalible que hará que no te atragantes en la tienda y que compres lo justo ¡bingo!
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El truco del que te hablo consiste en ¡comer manzanas! Se que suena loco, pero da resultado. Y no lo digo yo, sino un estudio de la prestigiosa Universidad de Cornell, en Ithaca, que da cuenta de que cuando comemos manzanas antes de ir a hacer la compra, somos más proclives a comprar más frutas y vegetales frescos, que si nos comemos una galleta, por ejemplo.
¿No te parece increíble? La que soy yo nunca más iré al súper sin comerme mi manzanita antes. Según los investigadores, el estudio arrojó que las personas que se comen una meriendita saludable y van a hacer la compra sin estar muertos de hambre, terminan haciendo una compra más "consiente". Es decir: compran más alimentos frescos, crudos y no procesados, lo que incuye por supuesto las frutas y los vegetales.
Es por ello, que se recomienda merendar la manzana justo antes de ir a hacer la compra. De esta manera evitarás compra una merienda de "emergencia" que terminarás comiendo apurada sólo para saciar el hambre, y además harás menos compras compulsivas de comida chatarra y ultra procesada.
Yo iría más lejos y cargaría mi manzanita en el bolso, para evitar andar pecando y saboteándome por ahí a cualquier hora del día. Es como tomarte un buen caldo de vegetales sin grasa antes de cada comida: te aplaca el hambre y hace que al final termines comiendo menos.
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