Cuando estamos con sobrepeso, la grasa de nuestro cuerpo es la que nos impide entrar en nuestros jeans favoritos y nos hace sentir incómodas en un traje de baño. Pero ¿sabías que existen dos tipos de grasa? Más específicamente, existen dos colores de grasa y cada uno de ellos tiene un significado distinto para tu cuerpo.
Existe la grasa blanca, también conocida como grasa "mala" y luego tenemos a la grasa parda o grasa marrón, conocida como grasa "buena". La grasa blanca actúa como un aislante, diseñado para atrapar calor y mantener la temperatura de nuestro cuerpo estable, la grasa parda libera calor al quemar energía.
Entonces ¿qué significa esto exactamente?
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Bueno, esta diferencia de retención de calor versus producción de calor es donde se encuentra la clave para adelgazar.
Estudios recientes demostraron que la grasa blanca, la cual se encuentra más comúnmente en el área del abdomen y muslos, al ser expuesta al frío se oscurece, produciendo su propia transformación. Esto esencialmente hace que la grasa blanca obtenga propiedades de la grasa parda, transformándose en "grasa beige".
Esta nueva "grasa beige" quema calorías para generar calor en el cuerpo y elevar nuestra temperatura interna. En otras palabras, el frío "derrite" la grasa corporal.
¿Cómo lo puedes intentar en casa? El oscurecimiento y la quema de grasa puede que suenen algo científico, pero es muy sencillo de hacer en casa. Y aunque no produzca cambios significativos por sí solo en la pérdida de peso, si lo haces esporádicamente durante toda la semana, podrás notar grandes cambios en tus zonas más propensas a engordar.
Así puedes comenzar: Escoge un área la cual se te dificulte adelgazar, el abdomen, los muslos y los glúteos son excelentes opciones, y las más comunes también.
Busca una compresa de hielo, mientras más grande mejor. Colócala y sostenla firmemente en el área que escogiste por al menos 30 minutos. Puede que al principio sea algo incómodo, mientras tu cuerpo se ajusta al cambio, pero después de varios minutos, lo más seguro es que se adormezca el área y no sientas más nada.
Después de los 30 minutos, retira la compresa de hielo. Puedes repetir el proceso en otra zona de tu cuerpo o repetir el proceso luego de un par de días.
Cuando se utilizaron técnicas similares a esta en otros estudios, los investigadores observaron marcadores elevados de grasa parda y beige después de haber retirado las compresas de hielo. Otras investigaciones realizadas en las zonas del abdomen y muslo mostraron más señales de oscurecimiento durante los meses de invierno comparado con el verano, un descubrimiento que sugiere una mayor quema de calorías y pérdida de peso en general durante los meses más fríos del año.
Estimular la grasa parda ya existente puede tener resultados similares, permitiéndote quemar más calorías provenientes de la grasa almacenada, acelerando así la pérdida de peso. Entonces, además de colocar compresas de hielo en las áreas donde se encuentra la grasa blanca, coloca compresas de hielo durante 20 minutos en los músculos de tu cuello y hombros, ya que en estás áreas por lo general se encuentra grasa parda que puede ser activada para quemar más calorías.
También puedes optar por tomar duchas de agua fría, pero si quieres llevarlo al extremo, puedes crear un baño de hielo, pero esto es algo exagerado y seguramente bastante desagradable.
¿Estás lista para congelar esa grasa corporal? No dudes en hacerme todas tus preguntas en la sección de comentarios a continuación.
Recuerda compartir este artículo con todos tus seres queridos para que ellos también se beneficien de esta grandiosa técnica para quemar más calorías. ¡Juntas podemos hacer de este mundo un mundo más feliz y saludable!
Imagen vía Thinkstock