Siempre he desconfiado de las cosas que parecen demasiado buenas para ser verdad, pero en este caso parece que sí es cierto. Si colocamos los alimentos que van en la nevera estratégicamente, podríamos perder entre 10 y 20 libras sin demasiado esfuerzo.
Así lo afirma la reconocida especialista en salud femenina Larrian Gillespie, autora de La Dieta de la Diosa, quien asegura que la comida, como el amor, entra por los ojos, y tendemos a consumir lo que vemos primero. Si la tentación está a la altura de la vista, pues para allá iremos directas.
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Con esto en mente, la experta diseñó una forma de colocar la comida en el refrigerador, que aunque mantiene todo accesible camufla un poco lo que menos nos conviene. Según su sistema, decodificado por iVillage, tu nevera debe tener las cosas así:
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Sólo líquidos saludables en el primer instante: Estudios neurocientíficos han indicado que el ojo humano va primero al estante superior de la nevera, por lo que allí debemos poner lo que nos conviene comer, cuando tenemos ganas de picar. Jugos sin azúcar, yogures, leche descremada, etc. Idealmente, todo tendría que ser líquidos que aporten pocas calorías.
En el segundo estante deben ir los alimentos frescos: Si no se te antoja lo del primer estante, lo más común es que miremos al segundo y es allí donde deben ir los alimentos más saludables, las frutas y las verduras. Un truco que da la experta es cortarlos en cuadritos por anticipado. Tenerlos listos, pues si ves una piña entera te va a dar flojera prepararla y podrías dejarte tentar por una bolsa de papas fritas.
Las proteínas para el tercero: Quesos bajos en grasas, frutas secas, granos, huevos duros, carnes magras sin piel, cuadritos de pollo o pavo. Todas cosas que quitan el hambre rápido y por un largo tiempo.
En las gavetas de abajo esconde las tentaciones y llena las puertas de sabor. Una comida bien condimentada te llena con menos, pero ten cuidado y revisa el contenido calórico de los aderezos. Hay algunos para ensaladas que te aportan más calorías que la ensalada misma.
Evita llenar el freezer de comida pre-cocida y grasosa: No hay nada peor que tener nuggets de pollo, papas pre-fritas y helados con 100% de grasa en el congelador. Cuando no queremos cocinar o tenemos mucha hambre apelamos a ellos, comemos en exceso y ahí va una libra más. Sólo pon allí cosas nutritivas, pescados, carnes blancas y pocas rojas, en cortes que sean fáciles y rápidos de cocinar.
Pon en práctica estos consejos y te aseguro que en un mes vas a ver una diferencia importante
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