Lo admito, soy culpable de mirarme en el espejo y verme vieja–especialmente después de mudarme a Colorado donde gracias a la sequedad del este estado me han salido más arrugas. No es que me sienta vieja, después de todo ni siquiera he cumplido los 40 años, pero cuando veo que cada vez tengo más arrugas, me doy cuenta que ya no soy la muchachita de antes. Debo de seguir el consejo de mi abuelita de 97 años y recordar que la edad es sólo un número y que aunque mi cara esté llena de arrugas, si no me siento vieja, no estoy vieja.
Esta manera de pensar es más importante ahora que según un estudio la actitud de una persona en cuanto a su edad podría aumentar el riesgo de demencia.
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El nuevo estudio, realizado por la Universidad de Exeter, descubrió que cuando las personas mayores se ven a sí mismos como viejos, tienen mayores probabilidades de que les vaya mal en los exámenes que evalúan los síntomas de la demencia–algo a lo que realmente le temo cuando pienso en mi vejez.
Y es que he visto lo que la demencia le puede hacer a una persona mayor. Una tía abuela mía a quien quiero mucho padece de demencia y verla deteriorar ha sido realmente difícil y súper triste. Por otro lado, también he visto que una persona puede llegar a viejo y seguir viviendo como siempre lo ha hecho. Como ya dije anteriormente, mi abuelita es el perfecto ejemplo de esto.
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Aunque no sabía que un estudio lo hubiese comprobado, siempre pensé que su maravillosa actitud no solamente frente a su edad si no frente a su vida en general es lo que la ha mantenido tan llena de vida a sus casi 100 años. Realmente es un ejemplo a seguir y como dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo, yo pienso seguirle los pasos. Así que la próxima vez que me mire al espejo, ¡no volveré a verme vieja!
¿Y tú? ¿Te miras al espejo y te ves vieja? Déjanos un comentario con tu opinión.
Imagen vía Thinkstock