Reconozco que muchas veces suelo ser mi peor crítica. Me pongo un vestido y ya me estoy viendo la lonja por aquí y los "gorditos" por allá. Luego me da por pensar que mi cara es muy redonda, mis orejas muy largas, mis manos muy pequeñas y…en fin, las quejas pueden seguir por horas. Y la verdad, es que tengo la impresión de que, tristemente, no soy la única a la que le pasa esto, pues otras amigas, también se han quejado conmigo de cómo lucen. Parece entonces, que el síndrome conocido como trastorno dismórfico corporal , conocido en inglés como Body Dysmorphic Disorder, nos está invadiendo a varias mujeres. Y es que, este desorden consiste en una preocupación excesiva por algún defecto percibido en las características físicas o imagen corporal, ya sea real o imaginario.
La situación es preocupante, pues aunque las cifras son indetectables, se calcula que el 1-2 por ciento de la población mundial, reúne las características para ser diagnosticada con éste síndrome. Y aunque se cree que su origen se debe a "una combinación de factores genéticos, ambientales y biológicos" como han señalado varios investigadores. Yo creo, que se trata también de un trastorno mucho más común en este siglo, debido a la excesiva publicidad que utiliza imágenes de "mujeres perfectas", muchas veces retocadas con programas como photoshop , y que nos pueden hacer sentir como si tuviéramos más de un defecto.
En fin, este aspecto no está claro, pero lo que sí se sabe, es que las personas que presentan este desorden, suelen tener pensamientos obsesivos acerca de los defectos percibidos, aislamiento social y familiar, baja autoestima, comparaciones obsesivas con los demás, sentimientos de inferioridad, absentismo laboral, problemas con la pareja, abuso de alcohol o drogas, obsesión con la cirugía plástica, comportamientos repetitivos como retocarse el maquillaje todo el tiempo y revisar su apariencia en el espejo continuamente, entre otros síntomas.
¡Uf! Menos mal, que ahora que conozco un poco más sobre las manifestaciones de este trastorno, me doy cuenta de que, afortunadamente, no estoy tan obsesionada con mis defectos, como para considerar que tengo este síndrome. Pero realmente es preocupante, lo que puede llegar a ocasionar este desorden, en la autoestima de las personas. Así que, ante cualquier duda que te haga pensar que podrías tener este síndrome, lo mejor es acudir de inmediato con un especialista, porque como bien dicen, es mejor prevenir que lamentar.
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Imagen vía Thinkstock