Hay un dicho que afirma que todo en exceso hace daño, pero nunca pensé que se aplicara a algo que luce tan inofensivo como el arroz blanco. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Harvard ha descubierto una relación entre el exceso de su consumo y la diabetes tipo 2.
Los expertos reconocen que aún hace falta más investigaciones para estar seguros, pero todo indica que el consumo intenso de arroz blanco incrementa el riesgo de contraer esta enfermedad, que aqueja a tantos hispanos.
La conclusión, publicada en el British Medical Journal, la principal revista médica de Gran Bretaña, (BMJ), es producto del análisis de estudios realizados en China, Japón, Australia y Estados Unidos. Uno de los descubrimientos fue que los habitantes de países asiáticos, donde se come arroz dos o tres veces por día, tenían 55 más posibilidades de sufrir de la enfermedad, que los que residen en otras naciones.
Según el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la máxima autoridad de salud de Estados Unidos, en el mundo hay casi 350 millones de adultos con diabetes. En nuestro país, los hispanos somos el grupo con mayores posibilidades de padecer la enfermedad.
Los expertos alertaron que no todo el arroz es nocivo para la salud. Sólo el blanco y en exceso, porque el tratamiento al que se somete para dejarlo de ese color apenas deja al grano con un gran contenido de almidón. En contraste, el arroz integral o marrón tiene más fibra, magnesio y vitaminas, y un índice glicémico, una medida del contenido de azúcar, inferior al arroz blanco.
A estas alturas ya estamos acostumbrados a estudios que dicen una semana que nos dicen que algo nos hace mal, y la próxima que es bueno. Sin embargo, hay una recomendación que nunca falla: todo con moderación, hasta el arroz.
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