El sistema de salud norteamericano me hace extrañar México

Si hay algo en este país, que me hace extrañar el mío, es el sistema médico y los doctores.

Ya de por si, el sentirse mal o tener miedo de padecer alguna enfermedad grave es mucha angustia, para que encima tengamos que aguantar el maltrato y la frialdad de las enfermeras en el consultorio o en los laboratorios, además de tener que "rogar" para que un doctor se ponga al teléfono.

Por lo menos en mi experiencia así ha sido y llevo quince años en este país. Han sido muy pocas las personas dentro del sistema médico que me han tratado de una manera "humana" y cuando me las he topado no he dudado ni un segundo en darles las gracias – porque sé que no es lo usual.

En México es otra cosa, allá los doctores muestran mucha más calidez y se les ve realmente consternados cuando el paciente la está pasando mal. El doctor internista que veía a toda mi familia y a quien yo ya tengo años de no ver, siempre mostraba empatía y me hacía sentir como si de verdad se preocupara por mí, así se tratara de una gripa o de algo más grave.

Es importante sentir que a tu doctor le importas.

Ayer me tocó hacerme unos exámenes y la asistente del doctor ni me saludó. Yo no entiendo cómo una mujer que decide estudiar técnica en radiología, puede ser tan fea persona, pues no hay nada más personal que analizar a una paciente que se siente temerosa y vulnerable mientras espera a que le digan que no tiene nada, o que tiene algo.

¿Cómo me van a decir que una mujer así de dura, masticando chicle y sin verte a los ojos es la persona que va a participar en esto?

Le dije,

– "Yo sé que por aquí pasan miles de mujeres y obviamente para ti soy una paciente más, pero yo no estoy en tu lugar, yo estoy aquí acostada, esperando a que me claven una aguja inmensa, para ver si tengo algo malo y necesito que alguien al menos me dirija la palabra".

La mujer se salió del cuarto y enseguida vino el doctor. El habló conmigo y llegó incluso hasta apretarme un poco la rodilla como una muestra mínima de consternación, de humanidad, carajo.

Al final le di las gracias y a ella ni la miré…

Extraño México.

Imagen vía USP Hospitales/flickr