¿Te ha pasado que después de una cena o una reunión en casa, te das cuenta que de las botellas de vino que abriste una quedó casi con más de la mitad de vino? Claro, alguien dice que le pongas nuevamente el corcho y listo, pero no es así de fácil: como ya le entró el oxigeno, el buqué y la calidad deteriora y si no se consume rápidamente, tienes hasta que tirarlo. Eso, la verdad, es un pecado, especialmente cuando se trata de un buen vino, o de una cosecha especial. Pues tengo un remedio casero que ha resultado una maravilla. Es una manera perfecta para no desperdiciar ese vino que sobra y que puedes reutilizarlo hasta días después ¿Quieres saber cuál es esa maravilla?
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Por supuesto que tiene que ver con el refrigerador, pero no de la manera que piensas. Si crees que guardando la botella en la nevera podrás usarla después, aunque sea vino blanco, ¡estás equivocada! También tengo que advertirte que esta forma de ahorrar el vino que sobre no es precisamente para tomártelo en una copa días después, ese definitivamente es otro no. La realidad es que mi solución es para reutilizarlo pero a la hora de cocinar.
Ya sabes que siempre hay recetas que requieren de un chorrito de vino y a mí, me da tanta cólera tener que abrir una botella que yo sé que no me voy a tomar o que a lo mejor ni siquiera es tan buen vino como para ofrecercelo a mi esposo y termina desperdiciado. La solución bien sencilla. Vierte el vino en una charola para hacer hielos
¿Cómo te quedó el ojo con este consejito casero? Dime si te interesan consejitos de este tipo que yo te los traigo al minuto. Imagen vía Thinkstock
