Cuando llegué a este país, hace ya 20 años, una cosa que me dejaba sin hablar era la increíble variedad de productos en los supermercados. Hoy en día las opciones se han extendido a todo, incluyendo los productos típicos de las ferreterías, como clavos, martillos, destornilladores y hasta bombillos, ampolletas, lamparitas bulbos, según el país, en el que hayas crecido.
Le digas como le digas, cada vez hay más diferentes y, aunque aprecio profundamente la magia que hacen las lámparas y los diferentes tipos de luz en la decoración, a veces me gustaría echar el tiempo para atrás y sólo tener que estar pendiente de la potencia en vatios. Cómo eso no es posible, ni recomendable, aquí tienes una guía básica para saber qué tipo de lightbulb es el que realmente necesitas.
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1. Tienes que tener claro qué tipo de lámpara y dónde la tienes. Si vas a iluminar un sitio donde necesitas buena luz para ver bien, como los baños o la cocina, lo mejor es tener lo que llaman luz difusa. Los bombillos LED son excelentes para eso.
2. Revisa los vatios que aguanta cada lámpara. Todas las lámparas te dicen cuál es el mayor número de vatios que pueden tener los bombillos que les pongas. Si compras el errado, no solo estarás ganando más dinero de lo necesario, si no que puedes arriesgar un cortocircuito.
3. Usa el color para tu beneficio. En la cocina, los baños y el lugar en el que te maquilles, es decir, donde necesites una muy buena luz, lo ideal es usar un bombillo de mucha potencia, con luz azul. Para el dormitorio, te recomiendo una bombilla con tonos rosa. Hoy en día los venden por todas partes y son los que más favorecen la piel.
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