Tengo la creencia de que seguido de que Eva mordió la manzana prohibida, Dios nos sacó del paraíso y nos obligó a planchar. Odio tanto esta actividad diaria, que la asumo como mi castigo por tantos años de diversión y de sacarle canas a mi mamá.
Sin embargo, encontré este maravilloso e inteligente truco que ahorra la mitad del tiempo que paso en el "burrito" de plancha y que mi pobre y vieja espalda lo resiente. Así que como acabamos de celebrar el Día de la Madre, nada mejor que regalarle a una mamá que ¡tiempo libre!
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Básicamente el truco consiste en poner una cama de papel aluminio bajo la tela que cubre la mesa de planchar. Colocas nuevamente la tela que cubre la forma de la mesa, y encima la prenda de ropa.
¿Cómo funciona? El aluminio refleja el calor de la plancha desde abajo, así que mientras pasas la plancha por la parte de arriba, también se plancha la parte de abajo ahorrándote la pena de hacerlo. ¡Ajaaaa! ¡Sabía que debía de haber una forma más práctica de hacerlo!
Puedes dejar el aluminio bajo la tela que cubre la mesa si quieres.
*Tip extra: Si tienes mucha prisa y tienes un pedazo de tu ropa con arrugas, sólo pasa la plancha por la tabla–con el aluminio que dejaste dentro del cobertor de la mesa- unas dos o tres veces. Y coloca la ropa arrugada sobre el burrito. ¡El calor que despida seguro hará que la arruga desaparezca!
Embedded content: http://youtu.be/ORlEubr43pc
Imagen vía Lifehacker