Los colchones son una de esas cosas en las que siempre se aplica el refrán "lo barato sale caro". No hay de otra, un buen colchón cuesta un buen dinero. Cuando hablamos de colchones orgánicos, que para mí son lo mejor de lo mejor, pues el precio prácticamente se triplica. ¿Vale la pena? Yo creo que sí y te voy a explicar por qué.
La mayoría de los colchones están fabricados con materiales que afectan al calentamiento de la atmósfera: productos químicos sintéticos como polietileno, ácido tereftálico, glicol, polyester, nylon y poliuretano.
Además, la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades , perteneciente al departamento de Salud del gobierno de Estados Unidos, ha alertado que incluso pequeñas cantidades de polibromodifenil éteres o, también llamados PBDE, (compuestos bromados de efecto retardado usados en la fabricación de colchones, carcasas de aparatos electrónicos, muebles, etc) puede resultar contraproducente para mujeres en embarazadas, y niños pequeños. El único estado en el que ha sido prohibido es California. Otro componente petroquímico utilizado en el proceso de fabricación de los colchones y actualmente sospechoso de ser cancerígeno, es el ácido perfluoroctanoico.
Los colchones orgánicos son principalmente hechos con látex, un llíquido blanquecino que se produce de la sabia del árbol "Hebea Brasilensis " (Arbol de caucho) y que a través de un proceso de transformación agitando las burbujas de aire que contiene, se convierte en una sustancia moldeable y compacta consiguiendo distintos tipos de elasticidad.
Aparte de no tener ni gases ni sustancias tóxicas, los colchones de látex ofrecen otra ventaja: evitan mucho mejor que los sintéticos la atracción de polvo y ácaros con lo que serán beneficiosos para aquellas personas que sufran de alergias.
Además, los colchones de látex, al dejar pasar el aire mejor que los materiales sintéticos, también resultan más cómodos durante el verano (más fresco) y el invierno (más caluroso y acogedor), además de disponer de una flexibilidad natural que se adapta mejor a nuestro cuerpo.
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Existen distintos tipos de látex y los colchones tienen precios diferentes por lo que te recomendamos que te asesore un experto en una tienda especializada. No obstante, aquél que ponga 100% látex natural será el que mejor calidad te pueda ofrecer hoy en día.
También es importante presta atención al material que recubre al colchón. Idealmente busca una mezcla de lana (que retarda la acción de las llamas de forma natural) y algodón orgánico, es decir cultivado sin químicos nocivos.
Dos de los colchones que hay en mi casa son de látex, los otros dos son convencionales. Los de látex son muy cómodos. Yo creo que uno debe buscar lo mejor que podamos costear a los productos que están más cerca de nuestra piel. Mi única queja con estos colchones es que son mucho más pesados que los otros, por lo que darles la vuelta se ha convertido en un trabajo de dos personas.
Imagen vía flickr/butckaj.com