Met Gala 2016: Las 15 famosas peor y mejor vestidas

La actriz de ascendencia caribeña, que saltó a la fama en forma de Avatar, entendió este reto tecnológico de la moda como una fusión con el mundo animal, y así lució esta espectacula cola de plumas como colofón a su hermoso strapless negro firmado por Dolce & Gabbana.

Escultural Alessandra Ambrosio enfundada en un ceñido vestido blanco de Balmain con un cinturón metálico. La piel que se revela tras los vanos de esa tela pseudorobótica humaniza el diseño.

Como escapada de la película futurista Metrópolis, la diva de la telerrealidad limitó esa rigidez industrial para su corpiño, pero no pudo domesticar las curvas de su cadera que, sin dejar el look metálico, se dieron a la caída de una falda abierta. Tanto ella como Kanye West (con jeans y cazadora plateada) se dejaron en manos de Balmain.

La pequeña del clan Kardashian siguió los pasos de Kim en el diseñador, Balmain, pero apostó por un vestido que, para nuestro gusto, era mucho más lindo: se convirtió así es una especie de araña de palacio de Versalles, acristalada, luminosa y hermosa.

En una noche de excesos totalmente desmelenados, Selana Gómez puso la nota de cordura y sencillez y no por ello pasó desapercibida. Su look de futurismo naïf con melena recogida, bota de boxeador de tacón alto y vestido blanco con minilunares con torerita de vinilo nos encantó. ¡Brava ella y brava Vera Wang, la diseñadora!

No hay dos sin tres, y también pisó la alfombra roja Kendall Jenner, en este revelador vestido anfibio que, eso sí, no era de Balmain sino de Versace.

Acompañada de su marido Tony Mottola, la cantante mexicana apostó por la tecnología … pero la del pasado, pues en su vestido platino de Tommy Hilfiger incluyó apliques que no eran otra cosa que unos CDs. ¿Guiño a la nostalgia de una época dorada en la industria discográfica? Ella los vendía a millones.

La cantante llevó su propia colaboración con H&M a la cumbre del glamour y cumplió con creces: rompió la dinámica plateada de su vestido con temática Svarowski sobre la tela que imitaba el color de su piel. El remate de la gargantilla + color de pelo es lo que dan el toque de distinción a otro de nuestros modelos favoritos.

La presentadora puertorriqueña apostó por una tecnología color rubí diseñada por Nicolas Jebran y todos agradecimos la ruputora de la monocromía. Un degradado a negro y unas maxihombreras voladoras hicieron de su modelo uno de los más celebrados de la noche. Y eso que siempre es difícil posar al lado de un hombre tan alto como Carmelo Anthony, y más con ese esmoquin blanco.

Beyonce es una máquina en sí misma, así que decidió que el color nude en tela plástica era suficiente para mirar hacia el futuro. Y todavía no sabemos qué pensar. Eso sí, para ella el futuro es una firma tan clásica como Givenchy.

Nicky Minaj sumada a Jeremy Scott, el diseñador más pop del momento, solo podían dar como resultado esta imagen de videoclip. No nos gusta el efecto hebillas por doquier.

Muy comentado este modelo de Moschino en el que Katy Perry se convertía en una especie de reina de Game of Thrones. Tanto el serprenteado dorado, como el pelo gheisha y las cejas incoloras fueron objeto de muchos comentarios en las redes sociales.

La cantante de ascendencia latina apostó también por Jeremy Scott para Moschino, aunque su propuesta era mucho más moderada: un vestido de gala escamado en plateado, negro y amarillo. Sentimientos encontrados.

La nueva reina del pop se decoloró el pelo, se entregó sin miedo al plateado y se calzó una sandalias romanas reinventadas en vinilo. Louis Vuitton es el responsable de su look.

Finalmente, la reina emérita del pop, Madonna, reivindicó su eterno derecho a llamar la atención con uno de los vestidos más criticados: Givenchy le brindó la oportunidad de poder enseñar su envidiable trasero a sus 57 años y alla no la dejó pasar en absoluto. Misión cumplida y todos contra Madonna, como a ella más le gusta.