Aún se habla de la belleza de las mujeres de la antigüedad como Cleopatra. Quizá nacieron hermosas, pero mucho tuvo que ver el cuidado que le daban a su piel. Mima tu rostro como una verdadera emperatriz con estos trucos del pasado, cada uno con su versión moderna.
Las egipcias
Cleopatra siempre se dio a conocer por su belleza física, entre otros atributos. ¿Qué utilizaba para conservar la frescura de su piel? Baños de leche de burra con miel y aceite de almendras.
Versión moderna:
Puedes utilizar leche de vaca (tres tazas) con media taza de miel. Añade varias cucharadas de aceite de almendras (como cinco), y date un baño en la tina con esta mezcla popular en la época egipcia.
Las egipcias
También usaban las sales del Mar Muerto, con el fin de exfoliar la piel, pues este remedio consigue que luzca tersa y radiante.
Versión moderna:
No tienes que ir al Mar Muerto, solo al supermercado o farmacia. Consigue sal de mar (dos cucharadas) y tu crema hidratante predilecta (tres cucharadas). Mezcla ambos ingredientes y exfolia tu cuerpo.
Las egipcias
Utilizar agua de rosas para refrescar la piel no es cosa de la era moderna. Las egipcias la usaban para eliminar las manchas y el acné, y también para hidratar la piel.
Versión moderna:
Antes hervían los pétalos de rosa en agua para preparar el tónico. Ahora es mucho más sencillo, pues solo tienes que conseguir la que viene preparada. Puedes utilizarla cuantas veces desees, sobre todo antes de maquillarte.
Las romanas
Las romanas utilizaban la cera de abeja para revitalizar sus rostros, pues se dice que tiene propiedades excelentes que previenen las arrugas.
Versión moderna:
Puedes hacer tu propia mascarilla –que puedes usar por las noches– con los siguientes ingredientes: 10 gramos de cera de abeja, una cucharada de agua de rosas y una cápsula de vitamina E. Derrite la cera de abeja y, antes de retirarla del fuego, echa la vitamina E. Luego, añade el agua de rosas.
Las romanas
Las semillas de hinojo eran utilizadas por las mujeres de la antigua Roma para limpiar el rostro y atrasar la aparición de las arrugas.
Versión moderna:
Haz una infusión con semillas de hinojo (una cucharada) y agua caliente. Deja reposar en la olla por 20 minutos. Luego, añade dos gotitas de aceite esencial de melaleuca (tea tree oil), y guárdalo en una botella de cristal sellada. Úsalo para limpiar tu piel y como tonificador.
Las japonesas
El arroz es un cultivo importante en Japón desde la antigüedad, y no solo se usaba para alimentarse, sino también para la belleza. Se dice que la piel de las japonesas que trabajaban en las fincas de arroz, donde tenían que lavar el grano, era radiante.
Versión moderna:
Remojar una taza de arroz en dos de agua. Espera dos horas antes de colar los granos. Separa el agua donde lavaste el arroz, guárdala en un recipiente de cristal y enfríala. Lava tu rostro a diario con esta agua.
Las japonesas
Para mantener la piel radiante, las Geishas se aplicaban arcilla o barro. Según cuentan, era uno de los rituales que llevaban a cabo para mantener la piel blanca, aunque tú lo puedes utilizar como mascarilla hidratante.
Versión moderna:
Puedes utilizar una mezcla de arcilla, de esas que ya vienen preparadas. Para hacerla aún más efectiva, combina el barro con dos cucharadas de avena en polvo, flores de manzanilla, aceite de jojoba y un poco de agua. Aplícala en tu rostro por 20 minutos.
Las griegas
Las mujeres de la antigua Grecia se ponían aceite de oliva en su rostro, pues tiene atributos que le dan vida a la piel.
Versión moderna:
Aplica aceite de oliva (si es orgánico, mejor) en la cara, el cuello y el pecho. Deja que se incorpore a tu piel hasta que desaparezca –como en 10 minutos.
Las griegas
La depilación no es un asunto moderno, pues surgió en la antigüedad. Los griegos veían el vello como algo feo, así que las mujeres solían depilarse. Para aliviar la piel, se colocaban aceites de flores, como el de azucenas (Madonna Lily).
Versión moderna:
Puedes usar el aceite de azucena o un producto que lo contenga, no solo para evitar que la piel se irrite luego de afeitarla, sino también para aclarar las manchas.
Las indias
En la India antigua, las mujeres cuidaban su rostro con cúrcuma, pues esta raíz revitaliza y limpia.
Versión moderna:
Puedes hacer una mascarilla que contenga cúrcuma, harina de garbanzo, leche, sándalo y agua de rosas.