No sé si tendría el valor de ponerme orina en la cara. Es decir, sé que existe una terapia de orina y que este desecho humano es usado con éxito en el tratamiento de algunas afecciones. Hay hasta quien bebe su propia orina. Pero creo que no nací ese día. Y cuando digo que no creo que sería capaz de ponérmela en la cara es porque precisamente hay quienes la recomienda para tratar el acné. Sigue leyendo que más abajo te explico como funciona.
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Si te cuento que hay mujeres en el Reino Unido humedeciendo algodones con su propia orina para aplicárselo en los puntos de acné que tienen en el cuerpo, ¿me lo crees? Pues precisamente de eso es que trata este post.
Según cuentan, esta nueva terapia funciona mejor que aplicar una pasta de aspirina e incluso que algunos medicamentos. A mí, nada más de pensar en una potencial infección, me entra susto. Y bueno, la verdad es que tengo la fortuna de no tener acné, pero me imagino que quien sufra de esta condición, estará dispuesto a arriesgarse.
Ocurre que la orina tiene un componente, la urea, que hace que el área enrojecida, inflamada e irritada por causa del acné, se seque, literalmente hablando. El uso de la urea en tratamientos de belleza no es nuevo. Por el contrario, quienes tienen piel seca y escamosa encuentran que la urea funciona como peeling en la superficie de la piel, es decir, la epidermis, lo que ayuda a que el tejido cutáneo se regenere.
De hecho la urea es uno de los ingredientes que tienen cremas y lociones humectantes no sólo porque funciona como un exfoliante suave, sino porque ayuda a sellar la humedad natural de la piel, y también contribuye a que los productos de belleza duren más.
Voy con más: La urea contenida en los productos de belleza es súper concentrada: 15 por ciento, mientras que la que se expele a través de la orina sólo tiene 5 por ciento. Por este motivo creo que sigo prefiriendo los productos comerciales.
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