Aunque parezca sencillo, la base de maquillaje puede arruinar o realzar tu look. Por eso las mujeres que lo toman como "un paso más" caen en los mismos errores una y otra vez. Como me encanta ayudarte, te enseño mis mejores trucos de belleza para aplicar la base sin que te quede la cara tipo fantasma. ¡Te volverás una experta!
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Recuerdo que antes, la base era vista como una cortina de humo para esconder las imperfecciones. Si bien es cierto que esa es su función, los errores en la textura y el acabado le añadían años a tu rostro haciéndolo ver "tieso" y sin vida. Primero que todo, olvídate de las bases pan-cake. ¡Es lo peor! Ahora existe una plétora de alternativas que, además de cubrir, le da un velo de color y suavidad a tu piel sin tanto parapeto. Para que quedes perfecta, sigue estos cinco infalibles tips. ¡No fallan nunca!
Busca la textura adecuada. Desde polvos hasta geles, las bases de maquillaje deberían adaptarse a tu piel sin importar marcas o modas. Si no estás asegura, apuesta por las versiones en crema. Son ligeras y puedes "construir" capa por capa para obtener resultados prolijos. Prueba: Chanel Vitalumiere Aqua.
Aplica con esponja. Las brochas no tienen nada malo pero, si realmente buscas una apariencia natural, utiliza una esponja. Mis favoritas son las de tipo "huevo" que lleva el maquillaje hasta cualquier esquinita. No olvides humedecer un poquito el aplicador. Un maquillista me confesó que ese es el secreto que usa en las pasarelas para que las modelos luzcan radiantes.
Prepara tu piel. ¡Siempre! Utilizar base sin una capa protectora (bien sea cremas o prebases), reseca el cutis y lo que menos quieres es que se note a final del día. Aplica algo, así sea una pasadita de loción. ¡La diferencia será abrumadora! En lo personal yo prefiero un hidratante más el primer. Hará que tu base se mantenga fija por más tiempo.
Base primero, corrector después. El orden de los factores sí altera el producto en materia de maquillaje. Una vez que apliques tu base, sigue con el corrector. De esa forma evitar mezclar ambos productos innecesariamente.
Sella. Eso sí, no con los típicos polvos compactos. Con ellos retiras la grasa. Para sellar la base, esparce polvos sueltos finos con una brocha gigantesca. Aún si tu piel es reseca, no se verá tan acartonada.
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