Siempre he dicho que los mejores remedios caseros están en tu propia cocina, sobre todo cuando buscas ahorrar unos cuantos dólares. Y es que nada te dejará la piel más suavecita que utilizar esos "pequeños milagros" que no faltan en la casa… ¿No me crees? ¡Vas a quedar sorprendida con los resultados!
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Confieso que me encanta montar un spa en el baño: para una mamá ocupada, ¡esos minutos de relajación son un premio! Sin embargo no todas tenemos el presupuesto para comprar decenas de productos. ¿Mi solución? Crea tus propias mascarillas con ingredientes naturales. No sólo le darán vida a tu rostro también son tan sanas que podrás comértelas si te da hambre en el proceso. ¡Veras que no te lleva ni un minuto hacerlas!
Imagen vía Corbis Images
Fresas
Los beneficios de las fresas son tantos que terminarás con una piel de princesa. Simplemente haz un puré (mientras más rojitas y hermosas mejor) y aplícatelo en la cara por 20 minutos. Los ácidos propios de la fruta te ayudarán a blanquear la piel naturalmente, secar las espinillas y combatir el acné ligero.
Uvas
Pensarás que estoy loca, pero las uvas realmente aminoran la apariencia de las arrugas y líneas de expresión. De hecho recuerdo en una sesión de fotos que hicimos con una famosa (lo siento, ¡no te diré quién!), el maquillista le colocó pedacitos de uvas en el área de los ojos para que el maquillaje luciera más prolijo. ¡Quedé asombrada! Para una mascarilla súper potente, procesa unas cuantas uvas con la mitad de una banana, aplícalo por media hora y verás que la piel queda tersa y firme.
Yogurt griego
El yogurt griego, ese que es menos procesado, contiene bacterias capaces de purificar los poros, hidratar la piel y remover lentamente las odiosas manchas. Eso sí, ¡tienes que ser constante! En rostros sensibles y resecos, el yogurt ayuda a humectar a profundidad y calmar las molestias.
Huevo
Pocos confían en las bondades del huevo, pero déjame decirte que es uno de los mejores remedios naturales que puedas encontrar. No sólo hace maravillas por tu cabello también es capaz de reafirmar la piel flácida, reparar el daño causado por los radicales libres y darle al rostro una apariencia más lozana. ¡Piérdele el miedo!
Miel
Confieso que la textura de la miel no es de mis favoritas pero de que funciona, funciona. Gracias a sus propiedades antioxidantes, la miel reduce las señales del estrés que más se notan en el rostro (cansancio, piel apagada), además de combatir la rosácea, la resequedad y secar los brotes de acné. Haz como yo: ¡agrégale un chorrito de miel a cualquier mascarilla que prepares!
