A pesar de que casi moría desnutrida la seguían contratando como modelo

No es raro ver en la industria de la moda, a mujeres esqueléticas que no lucen nada saludables y que los agentes de modelos, en lugar de ayudarlas, hasta les "aplaudan" su extrema delgadez. Ese fue el caso de Georgina Wilkin, una joven que comenzó a modelar a los 15 años de edad, y sufrió de anorexia durante 7 años, al grado de que su corazón y riñones comenzaron a fallar, como relata el Daily Mail.

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Pero muchas chicas están dispuestas a hacer lo que sea con tal de estar en una portada de revista. Georgina recuerda muy bien, el día en el que uno de sus agentes, quedó fascinado con su esquelética figura. Ella llevaba días sin comer nada y se sentía muy mareada, pero cuando llegó a una agencia de modelos en Londres, lo primero que escuchó fue: "Georgina, lo que sea que estés haciendo, sigue haciéndolo".

Y la joven siguió el consejo al pie de la letra. "El único alimento que me permitía pasar por los labios era ensalada y vegetales y con frecuencia podía pasar dos días sin comer nada. No desayunaba, pasaba la hora del lunch en la biblioteca de la escuela y le decía a mis papás que había cenado en la casa de una amiga para que no me tuviera que sentar en la mesa con ellos cuando regresaban del trabajo", relata Wilkin, quien ahora tiene 23 años, y quiere exhibir a la industria de la moda, para evitar que más chicas pasen por lo mismo.

Cuando Georgina comenzó a modelar pesaba 118 libras, lo cual es poco, si se toma en cuenta que la chica medía 5 pies y 10 pulgadas de alto. Sin embargo, cada vez que iba a una sesión de fotografía, le tomaban medidas y le decían que tenía que bajar aún más de peso. Cruelmente, le advertían que sus dedos eran tan gordos que si seguía así, no podría modelar para una marca de joyas. 

Mortificada por su pesó, la joven pasó años luchando para mantenerse lo más delgada posible. Hasta que un verano del 2007, sus padres insistieron que viera a un doctor. Fue entonces cuando la diagnosticaron con anorexia y fue sometida a un tratamiento de cinco meses. En aquella ocasión, los médicos advirtieron que su vida estaba en peligro, le dijeron que había un gran riesgo de que su corazón dejara de latir o sus riñones dejaran de funcionar. Pero, pese al peligro, en febrero del 2008, Georgina regresó al mundo del modelaje.

Fue hasta el 2009, cuando su madre la convenció de que regresara otra vez al tratamiento y por fortuna, esta joven no volvió a pisar una pasarela, a pesar de que su carrera iba en ascenso. Y ahora que ha puesto la vista atrás y ve las cosas desde afuera, su objetivo es que dicha experiencia le sirva a muchas jóvenes para que no se dejen llevar por las exigentes demandas de las agencias de modelos.

Ella, decidió contar su historia, para hacer un llamado a todos los consumidores, con la intención de que estos boicoteen a las marcas que contraten a chicas con tallas menores a la 8. Ojalá que su voz sea escuchada y que el caso de esta chica, nos ayude a dejar de idealizar a las modelos ultra delgadas. Porque de esta manera, sólo estamos fomentando que más jóvenes pongan en riesgo su vida.

Imagen vía Georgina Wilkin