
Con los bruscos cambios de temperatura que trae consigo el final del verano y la llegada del otoño, mis manos y pies suelen ser los que más resienten el cruel maltrato del viento frío.
En mi caso tengo que estar poniéndome toneladas crema y crema para no sentirme como momia encartonada cuando escribo. Pero encontré 5 tips para que mis manos y pies sigan hidratados a pesar del clima…
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1. Jabón de crema o aceite: Si estás usando jabones neutros sin ningún tipo de humectante, esto puede resecar tus manos más rápido de lo que crees. Mejor usa jabones a base de aceites, leche o crema para aumentar la hidratación.
2. Crema: Más que obvio. Aplícala cada vez que puedas y hazlo de preferencia después de lavarte las manos o pies cuando aún estén húmedos, de esta forma absorberán mejor la crema y se mantendrán por más tiempo hidratados. Si en la mañana no te da tiempo de hacerlo en los pies, hazlo antes de dormirte.
3. Agua tibia: El agua muy caliente o el agua muy fría puede resecar tu piel. Si estás lavando continuamente tus manos mejor hazlo con agua tibia para evitar un cambio brusco en su temperatura.
4. Aceite de almendras: Cuando cambiamos de temporada no sólo tus manos pueden sufrir con el viento congelado, sino que tus uñas comienzan a quebrarse y los pellejitos de la piel alrededor de la cutícula salen por todos lados. Carga un frasquito de aceite de almendras en todo momento y aplícalo en tus uñas cada que puedas para mantenerlas bonitas y sin pellejos.
5. Guantes: Si te toca lavar platos en otoño e invierno hazlo siempre con guantes. Estar en contacto por mucho tiempo con el agua y el jabón de lavar trastos puede resecar increíblemente tu piel. Procura también salir con guantes a la calle si ya hace frío para protegerlas.
Imagen vía Thinkstock