La ganadaroa de Nuestra Belleza Latina 2014, Aleyda Ortiz, se casó en su natal Puerto Rico en una magnífica boda con el amor de su vida, el financiero Ricardo Casanova. La modelo boricua se veía espectacular, y parte de su corte estaba formada por sus amigas y también participantes en NBL, por lo que te puedes imaginar que la fiesta fue de otro nivel. Pero lo mejor, sin duda vendría después, pues tras la boda, la pareja se preparó para una impresionante luna de miel por el sureste asiático. Aquí las mejor imágenes que ya han compartido en sus redes sociales.
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Singapur, Tailandia, Hong Kong… la pareja está recorriendo todos los recónditos y exóticos rincones de un continente que les apasiona. El viaje ha tenido un poco de todo: playa, selva, ciudad, pueblitos pintorescos, mercaditos al aire libre, e incluso encuentros con elefantes. Aleyda y Ricardo parecen estar pasándoselo de maravilla y no podrían haber encontrado mejor manera de celebrar su amor.
Las fotos que Aleyda ha ido publicando en sus redes sociales hablan por sí solas. Los recién casados se muestran más que compenetrados y amorosos, disfrutando –como dijo antes de la boda la modelo– sobre todo de las delicias culinarias que pueden encontrar en el continente asiático, uno de los mayores motivos por lo que decidieron viajar hasta allá en su luna de miel. Disfruta de su impresionante viaje con nosotros.
En su viaje por el sureste asiático tenían que pasar por Tailandia.
La modelo y su marido disfrutan de un maravilloso viaje por Asia para celebrar su amor y, como no, pasaron por las espectaculares playas. La pareja parece estar pasándoselo en grande y más enamorados que nunca.
Aleyda no ha podido dejar de mostrar su cuerpazo en este viaje.
Y sus seguidores no tienen problema con ello. Casi 9,000 likes tiene esta espectacular foto que la modelo y presentadora compartió tras un día de ir saltando de isla en isla en Tailandia.
La pareja tuvo tiempo de tomar una clase de cocina privada.
Como a los dos les encanta la comida asiática, qué mejor que aprender a cocinarla juntos dando una clase con grandes maestros locales. Quizás una de las actividades que más disfrutó la pareja.
La comida más fresca de Tailandia para Aleyda.
El primer paso para la clase de cocina era seleccionar los ingredientes. Aleyda es una apasionada de la comida sana, por lo que esta visita al mercado local le encanta. Se le nota en la cara, ¿verdad?
En Chinag Mai también tuvieron tiempo de visitar templos budistas impresionantes.
Tras días de locura, pasión y algo de desenfreno, pasear por templos budistas milenarios seguro que ayudó a la pareja a reencontrarse y reconectarse.
Jugar con los elefantes fue una de las experiencias más mágicas que vivió la pareja.
La carita de felicidad de Aleyda lo decía todo. Un día entero compartido en el fango con los animalitos más dulces. A la modelo, según publicó, le dieron ganas de comprárselos todos y llevárselos a Miami.
Como parte de la experiencia la pareja le dio de comer a los elefantes.
La pareja se lo pasó en grande con los elefantes, vestidos con un poncho local, con cero glamour, pero disfrutando de un día súper especial para ellos.
El amor de estos recién casados no se puede esconder.
Entre tanta emoción y diversión, Aleyda y Ricardo siempre encuentran un momento para conectar. Eso es amor del bueno.
Parada obligada en Singapur y su espectacular aeropuerto.
Aleyda y Ricardo no podían creerse lo impresionante que es el aeropuerto internacional de Changi, en Singapur. Dentro de ese amasijo de cemento, existe un oasis natural, con arboles gigantescos y hasta una cascada.
Una visita cultural al Museo de Arte y Ciencia es siempre un buen plan.
La boricua disfrutó muchísimo en Singapur y su tremenda oferta cultural. En el Museo de Arte y Ciencia la pareja pudo llenar sus sentidos de experiencias inolvidables.
Aleyda era la flor más bella del jardín.
La boricua disfrutó del jardín botánico de Singapur, rodeada de flores. Dice que le gustan tanto que hasta sus gafas de sol son súper floridas.
Comiendo se está más feliz y en su luna de miel no podía faltar el postre.
A la modelo boricua, a pesar de su tipazo, le encanta el dulce, por lo que en Hong Kong era obligada un parada en Honeymoon Dessert. ¿Hay mejor plan para darte un respiro con tu amor en tu luna de miel?
En Hong Kong también tuvieron tiempo de disfrutar de los templos budistas.
La propia Aleyda aseguró que había muchísima energía en este templo budista en Hong Kong y sus fotos se veían espectaculares.
Ahora sólo falta saber cuando llegarán los bebés.
La pareja no se separa un instante el uno del otro y su amor es contagioso. Tras este maravilloso viaje, sólo falta saber cuando piensan encargar el primer bebito a la cigüeña.
A Aleyda no parece darle miedo las alturas.
En Hong Kong la pareja subió a un mirador altísimo con un teleférico y a la modelo no pareció darle miedo el suelo de vidrio bajo el cual se podía ver el inmenso vació a sus pies. O quizás si le haya dado miedo, porque esa sonrisa es más bien algo temerosa.
Sellaron su amor frente a un templo budista.
Nada mejor para el alma que conectarse el uno al otro en un lugar tan espritual y lleno de energía como en el que se vieron Aleyda y Ricardo en Hong Kong.
Ya sabemos el motivo or el cual el templo se llama "Big Buddha".
La impresionante efinge del profeta budista dejó anonadados a nuestros enamorados favoritos, que parecen haberse divertido como niños pequeños en el templo Big Buddha.
Modelo se nace, y Aleyda lo lleva por dentro.
Cualquier excusa es buena para hacer lo que uno mejor sabes y, en este caso, lo de posar delante de la cámara a Aleyda se le da como a pocas. Como además le encantaron las callezuelas de Hong Kong, pues sintió una gran inspiración para modelar delante de su maridito.
¿Aguién duda de que esta pareja se adora?
La compenetración entre Aleyda y su amado Ricardo es indudable, y cada vez que pueden no dudan en demostrarlo en público.
La pareja se casó en una bellísima boda en Puerto Rico.
Disfrutaron con los suyos, se lo pasaron en grande, gozaron, y menos de una semana después ya estaban explorando el mudno como marido y mujer. Su destino fue Asia, y los recién casados parecen haberlo pasado en grande.