En los últimos años, el aceite de coco orgánico ha alcanzado muchísima popularidad, pues se creía que era uno de los más saludables. Pero en un reciente aviso, la Asociación Americana del Corazón (AHA) advierte sobre los peligros del consumo de este aceite, por su alto nivel de grasas saturadas que aumentan el colesterol malo y pueden provocar enfermedades cardiovasculares. Te cuento todos los detalles.
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Imagen víaflickr
Ningún estudio ha comprobado que el aceite de coco sea beneficioso para la salud.
Aunque muchos argumentan que el aceite de coco es beneficioso para la salud, el doctor Frank Sacks, autor principal de la advertencia de la AHA y profesor de prevención de enfermedades cardiovasculares de la Harvard School of Public Health, asegura que no hay estudios que avalen esta información.
El aceite de coco contiene un alto nivel de grasa saturada.
De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, varios estudios indican que el aceite de coco está compuesto en un 82 % por grasas saturadas, las cuales son muy perjudiciales para la salud.
Todos los aceites contienen grasa buena y grasa mala.
De acuerdo con la AHA, todas las grasas contienen una mezcla de grasas saturadas, poliinsaturadas y monoinsaturadas. De estas, las poliinsaturadas son las que más ayudan a reducir los riesgos de enfermedades cardíacas, seguidas por las monoinsaturadas. Las grasas saturadas son las más dañinas para la salud.
El aceite de coco es tan dañino como la mantequilla, grasa animal o aceite de palma.
Según estudios, el aceite de coco puede elevar el colesterol malo o LDL tanto como otros tipos de aceites y grasas no saludables. De hecho, el nivel de grasa saturada en el aceite de coco es mucho más elevado que el de la mantequilla (que contiene un 63%), la manteca (39%), la grasa de res (50%) o el aceite de palma (49%).
Reducir el consumo de grasas saturadas ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
La mantequilla, la grasa animal y los aceites de palma y de coco contienen los niveles más altos de grasa saturada. Por ende, los aceites de canola, de maíz, de soya, de maní, de cárcamo, de girasol y de nuez son algunas opciones más saludables para cocinar.
Reemplaza las grasas saturadas por grasas buenas.
De acuerdo con Rachel Johnson, profesora de nutrición de la Universidad de Vermont, el aceite de oliva, de aguacate y los aceites de nueces, como almendra, nuez de marañón, avellana, pistacho o de pecano contienen un bajo nivel de grasa saturada y están compuestos, en su mayoría, por grasas monoinsaturadas.
Esta es una lista de aceites y su contenido de grasa saturada, monoinsaturada y poliinsaturada.
- Aceite de cártamo: 75% de grasa poliinsaturada
- Aceite de girasol: 66% de grasa poliinsaturada
- Aceite de canola: 63% de grasa monoinsaturada / 28% de grasa poliinsaturada
- Aceite de maíz: 55% de grasa de poliinsaturada / 28% de grasa monoinsaturada
- Aceite de olival: 73% de grasa monoinsaturada
- Aceite de maní: 46% de grasa monoinsaturada / 32% de grasa de poliinsaturada
- Mantequilla: 63% de grasa saturada / 26% de grasa monoinsaturada
- Aceite de coco: 82% de grasa saturada
- Manteca: 39% de grasa saturada / 45% de grasa monoinsaturada
- Aceite de palma: 82% de grasa saturada / 11% de grasa monoinsaturada
Incluye en tu dieta alimentos ricos en grasas no saturadas.
Según Sacks, una dieta saludable y balanceada debe incluir alimentos que contienen grasas saludables, como el pescado, las nueces y el aguacate, que ayudan a reducir los riesgos de las enfermedades cardiovasculares hasta en un 30 por ciento. De hecho, esto es equivalente al efecto de los medicamentos utilizados para reducir el colesterol, conocidos como estatinas.