Siendo colombiana entiendo perfectamente la difícil situación que vivió María Jiménez Pacífico, la primera modelo de talla grande de mi país. Pese a estar hoy disfrutando del éxito, reconoce que fue víctima de bullying en su infancia, y todo debido a su peso. ¿Te parece que esa historia se repite muy a menudo? A mí si…te cuento los detalles.
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Originaria de Cartagena, la vida de María empezó a complicarse desde muy pequeña, cuando sus compañeras del colegio se burlaban de ella por ser un poco rellenita. El abuso que sufrió fue tan fuerte que hasta pensó en suicidarse.
"Unas niñas me molestaban de maneras severas porque siempre fui un poco más gruesa, y me decían que tenía nariz de cerdo. A esa edad pedía cirugías, mi mamá lloraba con la situación. Ahora no las culpo porque recibieron mensajes de los medios de comunicación y de la publicidad sobre el deber ser flacas. Cuando no hay madurez, cualquier cosa puede vulnerar la autoestima", confesó.
Lo que me entristece es que Jiménez solo llegó a sentirse cómoda con su cuerpo cuando se mudó para Islandia con su madre. Dice que inicialmente sufrió de anorexia en esa isla debido al trauma al que había sido sometida en su país natal, pero superó la enfermedad.
"Cuando llegué a Islandia todo cambió. Descubrí un país de mucha inclusión, donde las mujeres como yo y las minorías sexuales, raciales y religiosas compartimos en armonía la misma geografía. Ese país me abrazó tal cual como soy", le contó a la revista Jet-Set.
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A los 16 años empezó a tomarse fotos para compartirlas en redes sociales, y fue entonces cuando un fotógrafo de reinas de belleza la descubrió. Ahora le llueven los contratos, y ha posado para publicaciones como Nude Magazine y Vogue Italia.
"No soy una modelo más. Soy una activista que aprovecha la exposición en los medios para redimir a las mujeres de gran tamaño. Mi mensaje no es el del fomento a la gordura, sino el del amor propio. Lo más importante es la inteligencia y lo que tengas en el corazón", expresó.
Estoy totalmente de acuerdo, y esperemos que esa clase de mensajes resuenen en nuestras sociedades. Necesitamos más naturalidad, y menos presiones por mantener estereotipos que no aplican para todas las mujeres.
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Imegen vía María Jiménez/Instagram
