Mujer envió escalofriante mensaje antes de ser asesinada junto a su hijito de 5 años

Arkia “Kia” Berry, una mujer de 28 años de Birmingham, Alabama, fue asesinada en compañía de su novio y de su hijo de 5 años cuando los tres se encontraban a bordo de su vehículo a las afueras de una casa.

Aunque el crimen ocurrió en junio del 2024, apenas hasta ahora que se dio a conocer el último mensaje que Kia envió en los instantes previos a su muerte y que fue trascendental para que las autoridades dieran con su asesino.

La mujer incluyó en su último mensaje la palabra Jaco, la cual, de acuerdo a las indagatorias, correspondía al sobrenombre del hombre que los asesinó a ella, a su pareja y a su pequeño hijo, de acuerdo a información compartida por el diario The Sun.

Un simple mensaje de texto ayudó a resolver el misterio.

Aunque la defensa del presunto asesino ha sostenido en todo momento su inocencia al asegurar que un mensaje de texto no es prueba suficiente para incriminar a su cliente en el múltiple homicidio y que no tienen a ni un solo testigo de los hechos, las autoridades de Alabama tienen más que claro lo que pasó aquella tarde y, además, consideran a Kia como su testigo.

“Yo diría que la señorita Berry fue testigo. Envió un mensaje de texto con su nombre justo antes de morir”, señaló el detective Jarvelius Tolliver, quien trabaja en el caso.

¿Cómo dieron con el presunto asesino?

Las autoridades dieron con el paradero de Jaco, cuyo nombre real es Deshawn McGregor, gracias a la reconstrucción que hicieron del caso con la ayuda de las cámaras de vigilancia y los registros móviles de Kia.

En los videos difundidos se veía un vehículo Kia de color verde entrando al vecindario a las 5:07 p.m. y un minuto después, se ve también el Nissan de Kia Berry. A las 05:09 p.m., la mujer envió un mensaje con la palabra “Jaco” y un minuto después, el Kia salió de la escena a toda velocidad.

Segundos más tarde, el sistema de detección de accidentes del Nissan se accionó y llamó automáticamente a la policía. A su llegada al lugar, las autoridades se percataron de que no se había tratado de un accidente, sino de un asesinato para el que se usaron al menos 30 casquillos de arma de fuego.

El teléfono de McGregor también es una prueba contundente.

A pesar de que sus abogados han hecho hasta lo imposible para defender su inocencia, la realidad es que Jaco cometió el error de hablar con algunos de sus contactos sobre lo ocurrido, lo que no haría más que incriminarlo todavía más.

“Tuvo varias conversaciones con personas sobre el incidente ocurrido. Había gente que le decía que se mantuviera discreto, que se mantuviera oculto”, detalló el mismo detective que investiga el caso.

Un día después del atroz asesinato, las autoridades dieron con el paradero del Kia que se usó para ese fin y lo hallaron envuelto en llamas.

De acuerdo a su propietaria, el vehículo se lo robaron días antes del asesinato. Sin embargo, la defensa del presunto asesino argumenta que la mujer en ningún momento dio aviso a las autoridades del robo.

Acusan a McGregor por el delito de homicidio capital.

Aunque aún no se ha determinado la situación penal del hombre con el que Kia aparentemente se reuniría el mismo día de su muerte, las autoridades lo mantienen bajo arresto bajo sospecha de homicidio capital en contra de tres personas, mientras su defensa considera que se le está culpando de un delito sin contar con los fundamentos suficientes.

“Es algo sospechoso y basado en pruebas circunstanciales”, compartió John Robbins, abogado defensor de Jaco, quien permanece en prisión sin derecho a salir bajo fianza.