Tú les diste vida, pero en tantas maneras es tu alma la que se despierta tras tener hijos. El lazo entre madre e hijo es indescriptible. Nuevos estudios han tratado de detallar cuán maravillo es. Fíjate en los siete increíbles lazos que comparten madres e hijos que no sabías existían.
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Olores que identifican
En un estudio, el 90 por ciento de madres pudo identificar a su recién nacido por su olor tras pasar tan solo diez minutos con el bebé. Cuando las madres pasaron una hora con sus bebés, el 100 por ciento correctamente distinguió el olor de sus bebés entre muchos otros.
El poder en confortar
Los instintos maternos suelen desarrollarse temprano, y las madres saben bien cómo confortar y calmar a un bebé. ¡Solo pregúntale a un bebé quisquilloso!
Sueño
Incluso los ciclos del sueño aumentan lazo entre madre y bebé. En el artículo Babies Need Their Mothers Beside Them, por el Dr. James J. McKenna, él escribe, "Nuestros estudios científicos sobre madres e infantes durmiendo juntos han demostrado cuán firmemente atados están los aspectos fisiológicos y sociales de la relación madre-infante."
Las miradas
El contacto visual es crítico en las interacciones entre adultos y bebés, y causa apego en las primeras etapas de infancia.
La voz de madre
Hasta la voz de la madre causa que el cerebro de un bebé reaccione. Según un estudio de Stanford University, el cerebro de un bebé se mantiene más activo cuando oye la voz de su madre cerca. "Mucho de nuestro proceso social, de lenguaje y emoción es aprendido al oir la voz de nuestras madres," dijo el Dr. Daniel Abras, el autor principal, a Science Daily.
Las primeras horas del nacimiento
El contacto de piel a piel entre madre y recien nacido crea un vínculo que dura de por vida. Le ayuda al bebé a regular la temperatura de su cuerpo, y a la madre le produce grandes cantidades de la hormona del amor, oxitocina.
Vida larga
Resulta que las mujeres quedan a luz más tarde en la vida viven más. Un estudio genético halló que las mujeres que esperaron hasta los 33 años o luego para dar a luz tenían más alta posibilidad de llegar a los 95 años, comparadas a mujeres que tuvieron su último bebé a los 29.
