Me alarma el saber que la edad promedio de abuso sexual está entre los 6 y los 9 años, y aunque no hay cifras exactas, se sabe que una de cada tres o cuatro niñas habrá sufrido abuso antes de los 18 años y uno de cada ocho o diez niños también habrá sido víctima. Pon atención, el riesgo disminuye notablemente con la prevención, por eso te paso estos 8 consejos básicos.
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Imagen vía Corbis
Platica abiertamente sobre el tema
Puedes hacerlo desde la etapa preescolar, hablandolo con naturalidad y acorde a su edad, así estará preparado para impedir que suceda. Habla sobre ello antes de que esté en una situación peligrosa.
Olvida el mito de que solo sucede en familias disfuncionales
El campo es abierto, puede ocurrir en la casa de cualquiera, entre hermanos, primos, tíos y abuelos o conocidos muy cercanos. No se trata de que te vuelvas paranoica y desconfiada pero sí de que estés alerta.
No necesitas usar la expresión “abuso sexual”
No fomentes sensación de amenaza, el autocuidado es muy diferente al miedo así que comienza por explicar las partes íntimas del cuerpo y el derecho que tienen de decir no a alguien que intente tocarlos de manera que los incomode.
Habla sobre la invasión de la intimidad
Infórmale sobre el abuso sin contacto-llamada telefónico, exhibicionismo- y el abuso de contacto-manoseo, caricia, violación. Se enfática: “Nadie, ni maestros, ni familia, ni amigos pueden decirte que está bien que te toquen o que miren tu cuerpo desnudo”.
Entrenalo con suposiciones y enséñale a decir “no”
Supongamos que alguien se acerca y te dice que subas a su auto, ¿Qué vas a hacer?, Supongamos que un amigo te dice que te quites la ropa para jugar más cómodos, ¿Qué vas a hacer?, Supongamos que alguien mayor quiere tocarte ¿Qué vas a hacer?
Explicale las posibles estrategias de los abusadores
“Nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres, ningún juego es divertido cuando hay un acercamiento que te incomode, nadie puede darte regalos a cambio de que hagas algo que no quieres y mucho menos si te pide que guardes secretos”.
Hazle saber que contigo puede hablar de lo que sea
Para que confíe en ti, cuida mucho tu lenguaje corporal. Si tu hijo siente que te alteras, te apenas o te inquietas al hablar de sexualidad, es posible que prefiera evitar el tema.
Pon atención a las señales de alerta
Si sientes que trata de decirte algo, evita el contacto con alguien, o rechaza visitar a alguien, pregúntale como fue la última vez que estuvo ahí o como se siente con la compañía de esa persona.