Cuando leímos el cuento, hizo su triunfal aparición la madrastra frente al espejo. El pequeño Juan suspiró y dijo con preocupación: "Creo que la novia de mi papá se parece a ella".¿Tú plan es un cuento de amor donde quieres ser feliz y la realidad es que te conviertiste en la malvada madrastra? Te comparto estos 10 consejitos para que la historia cambie.
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Imagen Vía Corbis
Sal del cuento
Ellos no te conocen pero se han hecho una idea de ti desde sus miedos, quizá te vean como la bruja que les robará la atención de papá. Para conocerte, necesitan un ambiente libre de tensión. Propón juegos de mímica en equipo, de adivinanzas o de confesiones secretas para que poco a poco vayan bajando la guardia.
Analiza tus propias resistencias a adaptarte
Identifica si eres renuente a acercarte o te estás acercando demasiado. Te tomará tiempo adaptarte a ellos pero es mejor que conozcas tus verdaderos sentimientos al respecto para que puedas trabajar contigo misma. Quizá la relación con tu pareja vaya viento en popa pero no pongas cortinas de humo mejor reconoce lo que sientes.
Se empática y ponte en su lugar
Toma en cuenta sus pérdidas recientes, recuerda que son niños o adolescentes que vienen de la ruptura de su estructura familiar. Cierra tus ojos e imagina que te quitan el piso, así es como ellos se sienten, quizá con ansiedad y con miedo.
Entiende los motivos de su actitud defensiva
La postura defensiva proviene del riesgo que sienten ante una nueva pérdida, los niños y adolescentes basan su seguridad en la estructura por lo que estarán alertas ante el peligro de perder algo más y lo defenderán a capa y espada con tal de no volver a atravesar la inestabilidad.
Dales espacio con su padre
Para evitar la rivalidad, es importante que tengan momentos para compartir exclusivos con su padre. No temas el desplazamiento o a la exclusión, al contrario, el definir los espacios y fronteras ayudará a que cada uno tenga la atención necesaria en el momento de la adaptación y así se evitará el riesgo de la lucha de poderes.
Evita la competencia por la atención
Recuerda que antes de conocerlos, tu relación era exclusivamente con su padre y quizá pasó un buen tiempo para tu inclusión. Es posible que hayas creado rutinas donde solo eran él y tú y es natural que con el ingreso de sus hijos en la escena, te sientas diferente y quizá te cueste trabajo compartir la atención. Asume que todo evoluciona y que éste paso es parte de crecer como pareja.
No te obsesiones por su aprobación
Una relación autentica no necesita de aprobación, no estás en un examen. Si consideras que estas en observación bajo la lupa, correrás el riesgo de dejar de ser tú y comenzarás a representar el papel teatral de las expectativas que crees que ellos tienen sobre ti y eso será un caos porque cuando salga tu verdadero yo con defectos y virtudes.
No los sobreprotejas
Si bien es cierto que atraviesa emociones como tristeza, ira o miedo, no es tu labor rescatarlos de ello, ellos vivirán su propio duelo a su ritmo. Recuerda que tú eres la pareja de su padre y puedes apoyarlos desarrollando la confianza y escucharlos como confidente pero siempre deja claro y déjate claro que jamás reemplazarás a su mamá.
Preocúpate por el vínculo más que por el rol
El afecto irá creciendo con el tiempo y con la adaptación. Fomentar el amor depende de los momentos compartidos tanto buenos como no tan buenos, eso es lo que le pone el toque genuino al lazo. El rol de la madrastra perfecta no existe.
Si las cosas no mejoran en ti o en ellos busca ayuda
Si ha pasado el periodo de adaptación y las cosas siguen tensas, busca orientación a través de un consejero familiar o consulta con instituciones especializadas en estos temas como Stepfamily.