
La vez que un adolescente me trató de robar la billetera, un taxista se percató de que me encontraba en peligro y me ayudó. Ahora bien, hay situaciones en las que no contamos con tanta suerte, y tenemos que defendernos nosotras mismas. Aunque no necesitamos convertirnos en campeonas de artes marciales, estos sencillos consejos nos pueden sacar de problemas.
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Mantente alerta

Si vas por la calle, no camines con auriculares puestos, ni tampoco hablando por teléfono o mandando mensajes de texto. Esta clase de distracciones no te permiten percatarte del ambiente que te rodea ni de algún peligro inminente.
No tientes al diablo

Quiere decir que no debes andar exhibiendo tus aretes de diamantes, ni tu recién comprado iPhone 6 en sitios como el tren. El hecho de que le dejes saber a los demás sobre tus pertenencias te puede convertir en un blanco inmediato.
No permitas la entrada de ningún extraño a tu casa

Muchos delincuentes se hacen pasar por trabajadores de la compañía de cable, o de electricidad, etc. A menos que recibas una comunicación formal o que tú misma hayas solicitado el servicio, jamás le permitas la entrada a tu casa a alguien que no conoces.
Evita el peligro

Si estás transitando por alguna calle en la que ves algún movimiento sospechoso o gente extraña, lo mejor es desviar la ruta.
Cuando alguien te aborda…

Si te piden la billetera, tira el bolso completo lejos de ti. Eso crea algo de distancia entre el atacante y tú, lo que te da un pequeño margen para poder huir.
Nunca vayas a otro lugar

Si lo único que quieren es robarte, dales lo que piden. Pero si te quieren llevar a otro lugar, entonces es hora de defenderte con todos los recursos y tratar de escapar. Usa tus uñas, tus pies, y ten presente que debes tratar de atacar los ojos, la garganta, las rodillas o las partes íntimas. El objetivo es golpear y huir lo más rápido posible.
Sé recursiva

Cuando no puedes evitar la confrontación física, cosas tan simples como un lapicero puede funcionar como un cuchillo, inclusive las llaves pueden ser un arma. Lo importante es que siempre tengas algo improvisado a la mano con lo que te puedas defender.
Déjalos pasar

Si tienes la sensación de que alguien te está siguiendo, déjalos pasar pretendiendo que se te olvidó algo, o que vas a contestar el teléfono. Nunca le des la espalda al extraño, y de esa forma puedes observar su reacción y confirmar si efectivamente es una amenaza.
Carga una “ayudita”

Si eres un poco paranoica como yo, sabes que Pepper o Mace Spray te pueden dar más seguridad a la hora de lidiar con situaciones potencialmente peligrosas. Sirven para cegar temporalmente a tu atacante mientras te da tiempo de escapar.
Baja una aplicación en tu teléfono

Existen programas que calculan tu ruta de viaje, y si no las apagas a tiempo, automáticamente alertan a una lista de tus contactos. También existe una alarma de pánico que puedes descargar, la cual emite un sonido fuerte tan solo con tocar un símbolo.